sábado, 25 de abril de 2009

29º Capitulo

Pasaron aproximadamente cuatro meses, llegó la Navidad y Sonohrina ya contaba con cuatro meses de embarazo. El día 15 de Diciembre fueron al médico para verificar que todo iba bien, efectivamente todo andaba perfecto.
*(Médico): ¿Quieren saber el sexo de cada uno?
*Diego: Sí. Claro que sí ¿Qué dices, Sonohrina? (Sonrió)
*Sonohrina: (Sonrió) Está bien.
El médico les informó que tendrían un niño y una niña. Les agradó mucho la noticia, tanto así que apenas llegaron le informaron a la señora Fainello, ella estuvo muy contenta con la noticia pero a la vez se preocupó un poco.
*(Sra. Fainello): ¿Diego, dónde piensas poner dos cunas para los mellizos?
*Diego: Claramente aún no lo sé.
*(Sra. Fainello): Lo que podrías hacer es ponerlas en el cuarto de huéspedes y que duerman con Sonohrina.
*Diego: Yo voy a dormir con ella. Yo la acompaño para que no esté sola con los bebés.
*(Sra. Fainello): Está bien ¿Y cuándo se casan?
*Diego: Luego del nacimiento de los mellizos.
*(Sra. Fainello): ¿Estás seguro de que Sonohrina es la mujer de tu vida?
*Diego: Sí ¿Por qué? ¿Ya no te agrada Sonohrina?
*(Sra. Fainello): Sí me agrada tu novia, Diego. Pero ella tiene algo que no me convence...
*Diego: ¿Qué es?
*(Sra. Fainello): Ella no te ha dicho su nombre verdadero. Habla con ella en privado.
Diego se levantó del sofá y fue al cuarto de huéspedes para hablar con Sonohrina. La encontró durmiendo y le acarició la frente. Sonohrina abrió los ojos y sonrió al ver a Diego sonriéndole.
*Diego: Siento despertarte. Pero tenemos que hablar dos cosas muy importantes y tiene que ser ahora.
*Sonohrina: Adelante. Dime Dieguito.
*Diego: Primero que todo, te quería preguntar si no habría problema en poner aquí las cunas para los bebés. Es que no hay mucho espacio en el resto de las habitaciones.
*Sonohrina: No hay problema, Dieguito... ¿Y en segunda?
*Diego: Creo que ya es el momento que me digas tu nombre verdadero.
Sonohrina sonrió, se acercó a la oreja de Diego y le susurró cuál era su verdadero nombre.
*Diego: Tienes un nombre muy lindo.
*Sonohrina: Por favor, haz como si no lo supieras. Y sígueme llamando Sonohrina.
*Diego: Está bien... (La besó)
Días después, llegó el 24 de Diciembre y los hermanos Fainello tuvieron que ir a Roma para cantar en una fiesta municipal, no pudieron compartir con su familia. Sonohrina los acompañó a Roma. No estuvo entre el público pero sí subió a la tarima para verlos cantar, mientras no cantaban ella estuvo en la van. Luego de unas horas, volvieron al hotel para dormir porque al día siguiente debían regresar a Verona temprano en la mañana.
*Diego: ¡Feliz Navidad, Sonohrina!
*Sonohrina: Feliz Navidad a ti también, Dieguito... (Lo besó) Te quiero, Dieguito.
*Diego: También... (La besó)
Diego estaba muy cansado y se durmió en seguida. Abrazó a Sonohrina y así se durmieron. Luego de cinco horas, Sonohrina sintió una puntada muy fuerte en el vientre y se despertó. Diego también se despertó preocupado por Sonohrina. Sonohrina volvió del baño muy preocupada y nerviosa. Diego se preocupó y la abrazó.
*Diego: ¿Qué pasó, Sonohrina?
*Sonohrina: Sentí una puntada muy fuerte en el vientre y cuando fui al baño me extrañe porque todo está normal. Entonces no entiendo qué pasa.
*Diego: Puede que haya sido una puntada normal, una patada o algo.
*Sonohrina: Espero que sea verdad... Espero que todo ande bien con los mellizos, Dieguito.
*Diego: Bueno, si vuelves a sentirlo no dudes en avisarme ¿De acuerdo?
*Sonohrina: De acuerdo... (Lo abrazó) Dulces sueños.
*Diego: (La besó) Igual para ti, Sonohrina.
Esa mañana, Luca llegó a la habitación donde estaban Diego y Sonohrina y los despertó para poder regresar a Verona y llegar a tiempo. Celebrarían la Navidad la noche del 25 de Diciembre. Llegaron a Verona al mediodía. Al llegar, Diego llamó a Marco para decirle lo que pensaba sobre volver a ser amigos.
*Diego: Marco, lo estuve pensando y ya tengo la respuesta a lo que me dijiste.
*Marco: Dime...
*Diego: Seremos amigos de nuevo, pero respetas a Sonohrina.
*Marco: Gracias, de acuerdo...
Hablaron un rato más por teléfono y comenzaron a recordar parte de su infancia juntos. Les pareció agradable y decidieron acordar para encontrarse un día y seguir recordando más cosas.
*Sonohrina: Dieguito... Necesito hablar contigo en el cuarto... Es sobre los mellizos...
*Diego: Vamos entonces.
Diego y Sonohrina fueron al cuarto para hablar al respecto. Sonohrina se sentó en la cama, Diego hizo lo mismo. Sonohrina abrazó a Diego y le besó la mejilla.
*Sonohrina: Dieguito... ¿Has pensado en algún nombre que podamos ponerle a los mellizos?
*Diego: No, aún no... ¿Y tú?
*Sonohrina: Tampoco.
*Diego: ¿Te sientes mal?
*Sonohrina: No... No pasa nada Dieguito... (Tenía los ojos un poco llorosos)
*Diego: Sonohrina, estoy aquí para comprenderte... (Le besó la frente) Y sé bien que quieres llorar. Llora si quieres, Sonohrina. Yo estoy aquí para escucharte... (La abrazó)
*Sonohrina: Gracias, Dieguito... (Comenzó a llorar)
*Diego: ¿Puedo ayudarte en algo? Si no me quieres decir, no hay problema. Igual te entenderé Sonohrina.
*Sonohrina: Pasa que... Extraño mi país, extraño a mi familia, mis cosas, mis rutinas... Todo...
*Diego: Sonohrina, entiendo cómo te sientes. Sabes que cuando quieras iremos a Venezuela para que veas a los tuyos y revivas muchas cosas. (Le besó la cabeza) Pero aún no puedes porque estás embarazada y tu vientre hinchado se nota mucho, puede hacerte daño abordar un avión.
*Sonohrina: Lo sé Dieguito. Pero vengo sintiéndome así desde hace tiempo... Desde hace días.
*Diego: Iremos a Venezuela cuando nazcan los mellizos, te lo prometo... (Le besó el vientre) No te preocupes... (La abrazó)
Luego de un rato, Sonohrina se durmió mientras Diego la abrazaba y le acariciaba la espalda. Le acariciaba también el cabello oscuro y largo, le besaba la frente mientras ella sólo dormía. Luego también se quedó dormido y juntos durmieron una siesta que duró aproximadamente un par de horas.

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