domingo, 28 de marzo de 2010

52º Capitulo

Era la última semana que Yoe tenía libre antes de reanudar sus estudios de medicina forense, esta vez en Italia. Decidieron reunirse todos en casa de Walter para hacer una parrillada. En esa parrillada, Walter conoció a Viviana. Le pareció una muchacha muy bonita. Conversaban mientras estaban a solas en la sala.
*Walter: Y dime... ¿Qué harás hoy en la noche?
*Viviana: Bueno, voy al supermercado porque realmente nos falta comida en el apartamento.
*Walter: No te molestes en eso... Si quieres, puedes tomar las cosas que quieras de aquí y luego yo compro más.
*Viviana: ¡Qué caballeroso! ¿Seguro que no te molesta?
*Walter: Muy seguro, guapa.
Por otro lado, en el patio estaban la familia Jonas, la familia Fainello, Sofi, Gastón, Yoe, Ricardo, Joseth, Valeria, Filippo, Roberto, Luca Donazzan, Paola, Jacopo, Roberto Tini, Giancarlo, Paolo, Marco y Damiano conversando mientras los niños jugaban.
*Joseth: Danielle, tu hijo está muy grande desde la última vez que lo vi.
*Danielle: Y es muy inteligente. En poco tiempo lo veremos jugando con los demás niños.
*Joe: Yo creo que jugará más con Victoria.
*Jacopo: Sí, porque es más o menos de su edad.
*Filippo: ¿Les gustó la carne?
*Diego: Sí, nos encantó.
*Paola: Pues, la cocinamos nosotros.
*Luca: Entonces felicitaciones porque son excelentes cocineros.
*Roberto: Gracias. (Sonrió)
*Sonohrina: Dieguito... ¿Podemos hablar un momento a solas?
*Diego: Bueno, está bien.
Sonohrina y Diego se levantaron de las sillas donde estaban sentados y se fueron al patio trasero.
*Sonohrina: ¿Cuándo nos vamos a Venezuela?
*Diego: En un par de meses... ¿Por qué?
*Sonohrina: Mi prima Agatha me llamó para comunicarme que se va a casar y que estamos invitados a su boda. Yo no quiero faltar.
*Diego: Entiendo. Iremos, no te preocupes. Volvamos con los demás.
*Sonohrina: Sí.
Regresaron con los demás y vieron que Ricardo estaba un poco molesto.
*Yoe: Pero no te preocupes, Ricardo. Quizás es que Walter se ha hecho muy amigo de Viviana, eso es todo... Porque él y yo estamos juntos.
*Ricardo: Pues, yo creo que a Walter le gusta Viviana. Eso no me agrada.
*Walter: Ricardo, relájate. Lo que pasa entre tu novia y yo es que nos llevamos muy bien, eso es todo.
*Viviana: Es cierto. Quédate tranquilo, entre nosotros no pasa nada.
*Ricardo: No me convence.
*Walter: Es cierto lo que ella dice.
*Viviana: Sí. Nosotros nos llevamos bien nada más. Él es muy gentil.
*Yoe: Sí, lo sé... Por algo él nos hospedó cuando estábamos aquí antes de irnos a Alemania.
*Viviana: ¡Qué dulce! (Sonrió)
*Walter: (Sonrió) Para cuando quieras mi casa está a la orden.
*Ricardo: No, gracias Walter. Ya nosotros nos vamos.
*Yoe: Pero...
*Ricardo: Pero nada. Ya nos vamos.
Por otro lado, Damiano estaba con Luca y Rebeca.
*Damiano: Ayer me llamaron a mi casa y no sé quién era.
*Rebeca: ¿Cómo? No entiendo.
*Damiano: Me llamaron y no habló nadie. No sé si era mujer u hombre.
*Luca: ¿Tienes la máquina registradora de llamadas en tu casa?
*Damiano: No. No sé cómo haré para saber quién me llamó.
*Luca: Te aconsejo que la compres. Es buena.
*Rebeca: Y si es un número equivocado, puedes llamarlo y averiguar qué es lo que busca de ti.
*Damiano: La compraré.
Luego de cinco minutos, Yoe, Ricardo y Viviana ya se estaban yendo de la casa de Walter. Ricardo estaba molesto con Walter y Yoe no sabía muy bien qué pensar al respecto. Mientras eso ocurría, estaban Marco y Joseth en la sala, Marco tenía algo muy importante que decirle.
*Joseth: (Nerviosa) Marco, yo no quiero terminar contigo...
*Marco: ¿Y quién te dijo que vamos a terminar?
*Joseth: Tu cara lo dice todo. Estás como nervioso...
*Marco: Pues sí, y tú también. Es que tengo que decirte algo muy importante.
*Joseth: ¿Y qué es? ¡Ya dime!
*Marco: Hemos tenido un noviazgo muy lindo y duradero... Yo quiero saber si tú quieres... Si tú quieres casarte conmigo.
*Joseth: (Boquiabierta) ¿Lo dices en serio?
*Marco: Sí.
*Joseth: (Sonrió) Sí... ¡Sí quiero casarme contigo, Marco! (Lo besó)
*Marco: (La besó) Gracias por aceptar amor. Te prometo que te haré feliz por el resto de nuestros días. Te amo.
*Joseth: Yo también, amor... (Lo besó) No me asustes así la próxima vez que quieras decirme algo... (Rió y lo besó)
*Marco: De acuerdo. Está bien. (La abrazó)
Cuando la comida se terminó, todos se fueron a su casa; menos Damiano y Marco.
*Marco: ¿Adónde se supone que vamos? Estaban en el auto rumbo a un lugar que sólo Damiano sabía. Marco no tenía idea de adónde iban.
*Damiano: A comprar una máquina registradora de llamadas. Yo quiero averiguar quién me ha llamado tanto.
*Marco: Estoy de acuerdo con eso. Yo también quiero averiguar eso, Damiano... ¿Se puede saber qué pasa?
*Damiano: (Nervioso) No sé, no sé...
*Marco: Hermano, hay algo que tú no me has contado. Por favor, llevamos alrededor de un año recibiendo llamadas de un desconocido, sin razón alguna... ¿Qué está pasando? ¿Hay algo que tú sepas y que yo no?
*Damiano: No sé...
*Marco: ¡Vamos! Soy tu hermano. Dime qué pasa... Cuando a mí me gustaba Sonohrina, yo te lo dije... Y sólo tú lo sabías. Esto ya se está poniendo raro y quiero saber qué ocurre.
*Damiano: Te voy a contar, pero es que...
*Marco: ¿Qué? Dime.
*Damiano: Es que yo maté a Camilo, el ex-novio de Sonohrina. Yo lo maté hace aproximadamente un año... (Comenzó a llorar) Yo soy el culpable de que Sonohrina vaya al psicólogo y quizás es el padre de ese tipo el que me está llamando tanto... Él dijo que yo lo pagaría muy caro. Yo no quiero que me mate, no quiero.
*Marco: ¿Y cómo es que lo mataste?
*Damiano: Pues, me fui adonde él estaba con Sonohrina secuestrada y Diego supuestamente herido. Estaba dominado por la ira, estaba furioso y lo lancé a un precipicio... Sonohrina lo sabe, Diego también. Sonohrina no me odia por eso, pero el padre del tal Camilo quizá me esté persiguiendo... No quiero que me haga daño.
*Marco: No te pasará nada... ¿Pero vas a enfrentarlo ahora?
*Damiano: No, pero voy a comprar la máquina registradora para saber si es él quien nos llama.
*Marco: Tranquilo, hermano. Él no te hará daño.
Al llegar a la tienda, compraron la máquina registradora de llamadas y la llevaron a casa. Mientras, en la casa Fainello los niños jugaban alegremente en el cuarto de juegos.
*Diego Luca: Yo vine para merendar.
*Elisa: Sí, pero esta residencia es privada.
*Diego Luca: Pero yo soy tu esposo...
*Elisa: Pero me fuiste infiel con mi hermana...
*Milagros: (Rió) Ahora sí que nos parecen a los programas que cuentan problemas familiares.
*Elisa: (Rió) De veras.
*María Alejandra: (Rió) Nada como nuestra pelea de mentira... (Rió)
*Mateo: Cierto. Pueden estudiar actuación y hacer novelas... (Rió) Ustedes dos son excelentes actrices.
*Diego Luca: ¿Y yo qué?
*Mateo: Tú serás super héroe...
*Diego Luca: ¡Cierto! (Sonrió) Lo olvidé...
*Milagros: Tanto jugar me dio hambre... Vamos a merendar de verdad.
*(Todos): De acuerdo.
Cuando llegaron a la cocina, Luca les dio un beso en la mejilla a cada uno.
*Luca: No griten con la noticia que les tenemos, Victoria está durmiendo.
*Milagros: Dinos, tío.
*Luca: Chicos, en dos meses nos vamos a Latinoamérica.
*Mateo: ¿Quién está enfermo?
*Rebeca: Nadie. Es sólo que tu papá y tu tío deben hacer una gira de conciertos por México, Argentina, Chile, Colombia, Brasil, Venezuela, Puerto Rico y Estados Unidos.
*Elisa: ¡No! ¡Los extrañaremos!
*Sonohrina: ¿Ven? No dejan que les demos la noticia por completo... (Rió)
*María Alejandra: ¿Y qué más?
*Diego: Que decidimos que ustedes vendrán con nosotros. (Sonrió) Durante la gira, ustedes estarán de vacaciones.
Los niños se pusieron muy contentos al saber que visitarían Latinoamérica. En especial Diego Luca porque desde siempre había querido visitar Latinoamérica y conocer a la familia de su mamá.

lunes, 22 de marzo de 2010

51º Capitulo

Rebeca, Luca y los niños iban camino a casa. A mitad del camino se encontraron con Ricardo, Yoe y Joseth, quienes paseaban por Italia y hacían las compras.
*Luca: ¡Hola! ¿Cómo están?
*Ricardo: Bien ¿Y ustedes?
*Rebeca: Bien, acabamos de salir del parque. Los niños necesitan hacer un poco de ejercicio.
*Joseth: (Rió) Pero hicieron demasiado ejercicio porque están muy sudados.
*Mateo: Sí, estoy muy cansado.
*Diego Luca: Yo también... Oigan, es cierto que ustedes fueron a Alemania, ¿verdad?
*Yoe: Pues sí ¿No te acuerdas que hablábamos por teléfono?
*Diego Luca: Sí, sí me acuerdo. Pero es que empecé a pensar que era mentira porque aún no veo mi regalo.
*Luca: ¡Luki! Por Dios. Eso no se lo enseñamos nosotros.
*Ricardo: No Luki, lo que pasa es que nos vinimos a Italia de imprevisto. No sabíamos que regresaríamos.
*Diego Luca: Bueno, esta vez los disculpo. (Sonrió)
*Rebeca: Luki, no sigas... (Rió nerviosamente)
*Luca: Este niño necesita una lección de prudencia... (Rió) Luki, tú no puedes decir lo primero que te viene a la mente.
*María Alejandra: ¿Qué es pru...? Lo que dijiste...
*Luca: Eso es saber a guardar un pensamiento. Que no todo lo que se piensa se dice.
*Elisa: Sí, Luki... No puede ser...
*Yoe: Bueno, no se preocupen. Tranquilos. Le pueden enseñar, pero él es chiquito.
*Diego Luca: ¡No! ¡Yo no soy chiquito!
*Luca: Bueno, fue un gusto verlos. En otra oportunidad conversamos más.
*Joseth: Está bien, nos vemos. Saludos a todos por allá.
*Rebeca: Igualmente, chao.
Cuando regresaron, encontraron a Sonohrina durmiendo y a Diego leyendo una revista.
*Diego Luca: Papi, vi un ovni...
*Diego: ¿Qué?
*Diego Luca: Sí, papi... Y era negro, estaba en el cielo.
*Luca: Creo que Luki no dormirá bien hoy.
*Rebeca: ¿Y cómo le fue a Sonohrina en el psicólogo?
*Diego: Bien, nos dijeron que debemos volver el mes que viene para ver cómo va. Niños, ¿porqué no van a jugar a su habitación?
*Mateo: Yo voy a bañarme...
*Milagros: Está bien. Nos iremos con Frankie a la casa Jonas.
*Diego: De acuerdo... Pero no hagan mucho ruido porque Sonohrina está durmiendo.
Los niños se fueron con Frankie hasta la casa Jonas. Allá se quedarían jugando con Frankie. Rebeca fue a acostar en la cuna a Victoria y luego regresó a la habitación donde estaban Diego, Luca y Sonohrina.
*Diego: (Le acariciaba la frente a Sonohrina) Oigan, les quiero contar algo.
*Luca: Dinos.
*Diego: Sonohrina está yendo al psicólogo porque el recuerdo de Camilo no la deja en paz.
*Rebeca: Pobre Sonohrina. Fue una muerte que ella no esperaba.
*Luca: Nadie la esperaba, Rebeca.
*Diego: Lo que me alegra es que ella no estuvo embarazada luego de que Camilo la violó.
En ese momento, Sonohrina se despertó. La habitación se llenó de un silencio incómodo. Diego le besó la mejilla y la abrazó. Sonohrina también lo abrazó.
*Sonohrina: Dieguito, voy a llamar a Sofi.
*Diego: ¿Y eso?
*Sonohrina: Es que no tengo ganas de cocinar ahora la cena y para ver si vienen con nosotros a un restaurante.
*Diego: (Rió) Y yo no tengo ganas de pagar.
*Sonohrina: Pero vas a tener que hacerlo... (Rió) ¡Qué avaro eres! No vale, iremos pero entre todos pagamos.
*Rebeca: Por los niños no te preocupes. Comerán en la casa Jonas.
*Sonohrina: Está bien. Llamaré ahora.
Sonohrina fue a la sala y tomó el teléfono. En casa de Sofi, sonó el teléfono y atendió Gastón.
*Gastón: ¿Hola?
*Sonohrina: Hola Gastón, es Sonohrina.
*Gastón: ¡Hola! ¡Años sin saber de ti! ¿Cómo estás?
*Sonohrina: Bien, ¿y ustedes?
*Gastón: Bien... ¿Y eso que llamaste?
*Sonohrina: Es para invitarlos a cenar a un restaurante. Iremos Rebeca, Luca, Dieguito y yo... Dejaremos a Victoria con sus abuelos.
*Gastón: De acuerdo. Tenemos tiempo que no salimos porque nuestro sueldo se va en la renta y en las necesidades personales. (Sonrió) Le diré a Sofi... ¿Pero ustedes vienen por nosotros o cómo hacemos?
*Sonohrina: Iremos por ustedes. Nos alistamos y vamos a su casa.
*Gastón: De acuerdo. Nos vemos en una hora más o menos.
*Sonohrina: Sí, avísale a Sofi.
*Gastón: Está bien, chao.
*Sonohrina: Chao.
Colgaron. Gastón fue hasta el estudio donde estaba Sofi ordenando unos documentos.
*Gastón: Amor, ¿qué haces?
*Sofi: Ordeno aquí unos documentos.
*Gastón: ¿Y te falta mucho?
*Sofi: No tanto... ¿Por qué?
*Gastón: Pues porque en una hora los Fainello vienen a buscarnos para ir a cenar con ellos.
*Sofi: Está bien, no me falta mucho y cuando termine voy a alistarme. Dame diez minutos para terminar esto.
*Gastón: Está bien, yo iré viendo qué me voy a poner para salir. No puedo ir con esta camisa, es para estar en casa.
*Sofi: Cierto... (Rió) Como ya nos bañamos, no tardaremos mucho.
Luego de que Sofi terminó de organizar los documentos, fue a escoger lo que iba a vestir para la cena. Rato después, los Fainello llegaron a la casa de Sofi y Gastón para salir todos juntos a cenar. Llegaron a un restaurante de comida mediterránea.
*Sonohrina: Dieguito, ¿no crees que necesitamos hacer esto más seguido?
*Diego: (Asintió mientras comía) Sí. (Habló cuando ya no tenía comida en la boca)
*Gastón: Este restaurante es muy bueno... ¿De quién fue la idea?
*Sonohrina: Mía. (Sonrió y luego de dos segundos se le borró la sonrisa) No puede ser...
*Diego: ¿Qué pasa? ¿Qué tienes?
*Sonohrina: ¿Qué hace él aquí?
*Sofi: ¿Quién?
*Gastón: Sonohrina, ¿qué sucede? ¿Quién está aquí?
*Luca: Ahora no vengas con el cuento de "Dieguito, terminemos de comer y vamos en seguida a la casa". La estamos pasando bien aquí y esto nos hace falta. Dedicamos mucho tiempo a niños y necesitamos relajarnos.
*Rebeca: ¿Pero quién está aquí?
*Sonohrina: El señor Mauro. Es el papá de Camilo.
*Diego: Mientras no nos vea, estás bien.
*Sofi: ¿Y quién es Camilo?
*Luca: El ex-novio de Sonohrina. Él murió hace un tiempo y ella está yendo a terapias porque aún no supera la muerte de ese muchacho... Para mí que ella lo sigue amando.
*Rebeca: ¿Y quién hablaba de prudencia hoy?
*Luca: ¿Qué? Si no lo amara, no lo recordara tanto.
*Sonohrina: Yo no lo amo, lo que pasa es que él fue mi primer amor y nunca imaginé que se convertiría en una persona tan mala. Entiéndeme.
El señor Mauro se fue luego de comprar un poco de comida para llevar a su habitación de hotel. Por suerte no vio a ninguno de los chicos. Ellos pudieron terminar de cenar tranquilos y luego cada quien se fue a su casa.

martes, 16 de marzo de 2010

50º Capitulo

Dos días después, Ricardo, Viviana, Yoe, Paola y Lost se fueron a Italia, pero Yoe no se quedó en la casa de Walter a dormir, se quedó en el departamento de Viviana. Al llegar a Italia, fueron a dejar sus maletas en el departamento de Viviana y luego Yoe y Ricardo se fueron a la casa de Walter para encontrarse con Joseth.
*Joseth: ¡Amiga! ¡Yoe, te extrañé mucho!
*Yoe: Yo también.
*Joseth: Ya no estoy enojada con Walter porque fue él el que te trajo aquí.
Luego de una hora, llegaron Valeria y Julio a la casa de Walter. Cuando Yoe lo vio, se quedó sorprendida con el parecido que tenía con Ricardo.
*Yoe: ¡Hola, adelante!
*Valeria: ¡Yoe! No sabía que habías vuelto.
*Yoe: Sí, volví aunque no estoy viviendo aquí. Pasen.
Valeria y Julio entraron a la casa. Ricardo estaba en la sala contándole a Filippo cómo conoció a Viviana. Cuando Julio entró a la sala, Ricardo se le quedó viendo sorprendido y Julio lo miraba de la misma forma.
*Valeria: (Boquiabierta) ¿Ese es tu hermano, Yoe?
*Yoe: Sí...
*Joseth: ¡Qué curioso! Son idénticos.
*Julio: No. No yo no me parezco a él... (Rió nerviosamente) Es falso... Yo me voy... Adiós. (Salió de la sala)
*Ricardo: ¡Qué descortés! Definitivamente no nos parecemos.
Esa tarde, Diego llevó a Sonohrina al psicólogo. Al llegar, esperaron un momento y luego los hicieron pasar.
*Dr. Meli: Hola. Mucho gusto, soy Meli... Giancarlo Meli ¿Cuál es su problema?
*Sonohrina: Mi conciencia no me deja tranquila. No sé qué hacer.
*Dr. Meli: Creí que tenían problemas de pareja... Como veo que vienen juntos.
*Diego: Pues... No, que yo sepa... (Miró a Sonohrina) ¿Tú le dijiste eso?
*Sonohrina: No.
*Dr. Meli: Bien, señorita...
*Sonohrina: Señora.
*Diego: Sí, es mi esposa.
*Dr. Meli: Lo siento, es que la edad confunde... La veo muy joven y supuse que no es casada.
*Diego: Pues sí. Perdón que sea grosero, pero eso no viene al caso.
*Dr. Meli: Bueno, entonces expliquen qué pasa.
*Sonohrina: Es muy largo, pero bueno... Ahí le va porque usted lo pidió. Yo tenía como dieciseis o diecisiete años y conocí a un muchacho en una fiesta. Desde que lo conocí nos enamoramos...
*Dr. Meli: Y ahora es su esposo.
*Sonohrina: ¡No interrumpa! Bueno no, no es mi esposo... En fin... ¿Dónde me quedé? ¡Ah, sí! Bueno, ese muchacho se llamaba Camilo Bustamante. Hijo de empresarios de Venezuela, un muchacho con mucho dinero. Bueno, él y yo... Entre él y yo pasó de todo, incluso queríamos tener un hijo juntos...
*Diego: Sonohrina, cuéntale lo que te pasa. No tienes por qué contarle toda tu historia con Camilo.
*Sonohrina: ¡Qué no me interrumpan, dije! Bueno, tienes razón, Dieguito... (Sonrió ligeramente) El caso es que él... Él fue mi primer amor... Y enloqueció cuando se enteró de que yo estaba saliendo con Dieguito. Él estuvo en la cárcel por intento de asesinato, secuestro, en fin... Pero él no es malo... Bueno, su naturaleza es buena. Él murió hace un tiempo y su espíritu no me deja en paz. La conciencia me va a explotar... ¡No sé qué hacer!
*Dr. Meli: ¿Usted lo mató?
*Sonohrina: En primera, no me llames "Usted" porque eres mayor que yo...
*Diego: (Rió silenciosamente) ¡Qué espontánea!
*Sonohrina: Y en segunda, no... Yo no lo maté. Pero es que su muerte fue inesperada y me acosa su recuerdo. Yo quiero olvidarlo para poder vivir mi vida de matrimonio feliz, con mis hijos... ¿Me puede ayudar?
*Dr. Meli: Claro. Bueno, señora... Lo que te puedo recomendar es que durante una semana trata de no pensar en él, ni de recordarlo. Trata de distraerte. Luego de esa semana, te llamaré a casa para saber cómo va todo. Si todo sigue igual, hay que hacerte una terapia hipnótica.
*Sonohrina: Está bien. Gracias.
Por otro lado, en Venezuela Agatha llegó muy contenta a la casa. Estaba en compañía de Adrián.
*Loredana: ¿Qué ocurre, chicos?
*Adrián: Es que debemos darles una noticia... (Sonrió)
*Eugenio: Bien... ¿Y cuál es?
*Agatha: (Sonrió) Que nos casaremos. (Abrazó a Adrián)
Hubo un silencio en la casa. Eugenio respiró hondo y la abrazó.
*Eugenio: Eres muy joven... Aparte eres mi única hija... ¿De verdad te quieres casar?
*Agatha: ¡Sí, papá! Adrián es el hombre de mi vida.
*Eugenio: Bueno, tú ya eres mayor de edad y Adrián es un buen chico... Así que, Adrián, bienvenido a la familia. (Sonrió)
*Adrián: Gracias. (Sonrió)
*Loredana: Mamá...
*(Mamá de Sonohrina): ¿Qué?
*Loredana: (Susurró) Yo cuando era pequeña creí que mi hermana era quien se casaría con Adrián... Porque siempre los veía juntos jugando y felices.
*(Mamá de Sonohrina): Pues no... Ellos sólo son amigos. Adrián nunca vio a tu hermana como algo más allá.
La verdad era que Adrián nunca lo demostró, pero en su adolescencia sí llegó a enamorarse de Sonohrina, pero por su timidez nunca le dijo nada. Cuando llegó Camilo a la vida de Sonohrina, Adrián se alejó un poco de ella para no lastimarse. Cuando se enteró del matrimonio de Sonohrina, él comenzó a salir con otras mujeres para no sentirse mal, hasta que llegó Agatha a su vida. Juntos brindaron por el futuro de Adrián y Agatha.
En Italia, Luca y Rebeca paseaban por el parque cercano a la casa junto con los niños.
*Rebeca: ¿Cómo le habrá ido a Sonohrina en el psicólogo?
*Luca: Imagino que bien. Diego aún no me ha llamado... Será que vendrán a cenar o se escaparon a comer afuera.
*Rebeca: No sé... No esperes que te llame. Llámalo tú.
*Luca: No. Él me dijo que me llamaría cuando salieran del consultorio.
En ese momento, Diego Luca llegó llorando hasta donde ellos estaban.
*Luca: ¿Qué pasó, Luki?
*Diego Luca: Que vi algo feo...
*Rebeca: ¿Qué viste?
*Diego Luca: No sé... Pero era feo... Se fue, pero era feo...
*Rebeca: ¿Pero cómo era?
*Diego Luca: ¡Feo!
*Luca: Sí, pero ella pregunta para saber si era grande, pequeño... De qué color... ¿Dónde lo viste?
*Diego Luca: Arriba... En el cielo.
*Mateo: (Llegó) Es que se quedó en shock...
*Frankie: (Llegó también) Mira, Luki, no pasa nada. Eso no lo verás más nunca en tu vida. Es que vio un ovni.
*Luca: ¿Qué?
*Milagros: Sí... Era negro y... Y volaba.
*Diego Luca: Que no se le ocurra bajar... (Gritó) ¡Tengo miedo!
*Rebeca: Luki, no bajará, tranquilo. Ya pasó. Ya se fue y no lo verás más.

miércoles, 10 de marzo de 2010

49º Capitulo

Al día siguiente, Walter regresó a la habitación de Yoe. Estaban muy contentos por haber reanudado su romance luego de un año.
*Yoe: No te lo pregunté, pero... ¿Cómo están todos por allá?
*Walter: Bien. Los niños ya crecieron un poco, pero aún conservan la misma personalidad.
*Yoe: ¡Qué lindos! ¿Y cómo se pusieron cuando se enteraron de que me fui?
*Walter: Bueno, Joseth se fue de la casa; está viviendo con Marco y Damiano. El resto de Lost y Paola siguieron viviendo en mi casa.
*Yoe: Entiendo...
*Walter: ¿Sabes? Me gustaría que volvieras...
*Yoe: No lo sé, Walter...
*Walter: Por favor. Te prometo que no te trataré mal. Regresa, por favor.
*Yoe: Es que no es por ti, es por mis estudios y por el trabajo de Ricardo.
*Walter: Puedes estudiar allá en Italia y puedo ayudar a Ricardo a conseguir trabajo.
*Yoe: Hablaré con él... Espérame.
*Walter: De acuerdo.
Yoe salió de su habitación y fue a la habitación de Ricardo. Él abrió la puerta para saber qué ocurría. Yoe entró a la habitación.
*Yoe: Ricardo, sé que no te cae bien Walter, y que no nos gustó como nos trató la primera vez... Pero él es el hombre que yo amo, y él también me ama. Él me dijo que quiere que volvamos a Italia.
*Ricardo: ¿Tú realmente quieres volver con él?
*Yoe: Sí. De hecho ya es tarde para que lo preguntes, porque ya volvimos.
*Ricardo: Yoe, yo quiero verte feliz... ¿Él realmente es tu felicidad?
*Yoe: Sí.
*Ricardo: Y mi felicidad es Viviana... ¿Entonces cómo hacemos?
*Yoe: Si tú quieres, te quedas aquí, pero yo me quiero ir con Walter a Italia.
En eso, sonó el teléfono y Ricardo atendió. Era Viviana.
*Viviana: Hola, amor... ¿Cómo estás?
*Ricardo: Bien, gracias amor... ¿Y tú?
*Viviana: Bien. Quería saber si quieres acompañarme en un viaje que haré.
*Ricardo: Sí, dime ¿Adónde quieres ir?
*Viviana: A Italia... Es que tengo un departamento allá y quiero ir a controlar que todo ande bien.
*Ricardo: De acuerdo. Iré contigo... ¿Yoe puede acompañarnos? (Sonrió y miró a Yoe) Es que ella quiere ir para allá porque tiene un amigo al cual quiere visitar.
*Viviana: Sí, claro. No hay problema. Nos iremos mañana por la tarde.
*Ricardo: De acuerdo, amor. Nos vemos. Cuídate.
*Viviana: Sí, nos vemos, amor. Saludos.
La llamada terminó. Yoe aún esperaba alguna respuesta de Ricardo.
*Ricardo: Yoe, nos vamos para Italia mañana.
*Yoe: (Sonrió) ¿En serio? ¿Y eso?
*Ricardo: Sí, es en serio, porque Viviana nos invita a su departamento.
*Yoe: ¡Excelente! Le diré a Walter.
Yoe se fue a su habitación. Estaba muy contenta porque viajaría a Italia al día siguiente. Walter también se alegró al saber que Yoe lo acompañaría en el avión, ya que él volvería a su casa también al día siguiente.
Entre tanto, Luca acababa de llegar a la casa con un regalo para Rebeca, ya que era su aniversario de bodas. Le compró un ramo de rosas rojas muy bonito. Cuando ella lo vio, se alegró, pensaba que Luca lo había olvidado.
*Rebeca: Yo también te tengo un regalo, Luca.
*Luca: ¿Sí? ¿Y qué es, amor?
Rebeca le mostró su regalo a Luca. Era un portarretratos digital que mostraba las fotos de su boda. A Luca le encantó.
*Luca: Gracias, amor. (La besó)
*Rebeca: De nada. (Lo besó)
*Luca: ¿Puedo preguntarte algo?
*Rebeca: Sí, dime.
*Luca: ¿Quieres acompañarnos en nuestra próxima gira por Italia?
*Rebeca: Sí, por supuesto... Pero vamos todos...
*Luca: Tienes razón. Iremos todos y en cinco meses visitaremos latinoamérica de nuevo. Así que lo mejor es ir preparando los documentos para los niños.
*Rebeca: Cuando Luki se entere va a alegrarse mucho porque él siempre quiso visitar latinoamérica.
*Luca: Sí. Pero no le digas nada. Es una sorpresa que le estamos preparando entre todos.
Mientras eso ocurría, Diego practicaba algunas melodías con su guitarra. Sonohrina estaba algo aburrida, ya que en casa hacía falta la alegría de los niños; estaban en la escuela y Victoria estaba durmiendo su siesta. Luego de que Camilo secuestrara a Sonohrina, ella perdió el trabajo. Sonohrina comenzó a recordar todos los momentos que vivió con Camilo. Recordó cuando se conocieron.
*Camilo: Disculpa, ¿te gustaría bailar conmigo? (Sonrió)
*Sonohrina: No sé...
*Eugenio: Ve con él. Te tratará bien y sabe bailar. Además, estás en una fiesta. No te aburras. Sigue el ejemplo de tu hermana, mira cómo se divierte.
*Sonohrina: Está bien. (Tomó la mano de Camilo) Vamos a bailar. (Sonrió tímidamente)
Mientras bailaban, Camilo no le quitaba la vista de encima a Sonohrina. Eso la intimidaba mucho.
*Sonohrina: ¿Por qué me miras tanto?
*Camilo: Porque eres muy hermosa... Antes de empezar a bailar contigo, no dejaba de mirarte... Tienes un cuerpo muy lindo y un rostro que me deja sin palabras.
*Sonohrina: ¿Qué te puedo decir? (Sonrió) Me mantengo en forma... (Rió) Oye, ¿conoces al organizador de esta fiesta?
*Camilo: Más de lo que crees. Son mis padres.
*Sonohrina: (Rió ligeramente) Es que me está gustando esta fiesta.
*Camilo: (Seguía mirándola fijamente) Sí, a mí también. (Respiró hondo) Escucha, yo sé quién eres tú. Nunca pensé que fueras tan hermosa, así que... ¿Qué tal si salimos y nos conocemos un poco?
*Sonohrina: De acuerdo... ¿Cómo te llamas?
*Camilo: Me llamo, Camilo.
*Sonohrina: De acuerdo, Camilo... Sólo espero que mi tío no te regañe por estar saliendo conmigo. Él me sobreprotege un poco.
*Camilo: Tranquila, porque yo te trataré como a una princesa... (Sonrió) Jamás le haría daño a alguien como tú... Pareces un ángel... ¿Tienes novio?
*Sonohrina: No. Jamás he tenido uno... Es que mi tío...
*Camilo: Conozco a tu tío y nos llevamos muy bien. Él me dejará salir contigo... Dame tu número de teléfono.
*Sonohrina: (Le dictó el número con una ligera inseguridad) ¿Adónde iremos?
*Camilo: No lo sé... Sólo quiero... (La abrazó y comenzó a besarle la mejilla derecha y fue bajando lentamente hasta llegar a su cuello) Quiero llegar a ser alguien especial para ti.
*Sonohrina: (Un poco asustada) Camilo... Es que...
*Camilo: Te dije que por tu tío no hay problema.
*Sonohrina: No... No es por mi tío, es que... Hay mucha gente aquí y no es el... El momento...
*Camilo: Yo sé. Ahora me atraes más... ¿Sabes por qué?
*Sonohrina: No... No, ¿por qué?
*Camilo: Porque tienes como miedo, o pena, a que yo te haga algo... Pero sólo será un beso.
*Sonohrina: No es el momento... Entiéndeme. No me siento lista.
*Camilo: ¿No te sientes lista para un beso?
*Sonohrina: Exacto. Sabes que sería mi primer beso y... De veras no sé si te guste.
Camilo no le dijo nada a Sonohrina. Decidió dejarla tranquila porque se dio cuenta de que ella tenía un poco de miedo. Siguió bailando con ella hasta el final de la fiesta y pensó que tarde o temprano le daría su primer beso. Sonohrina dejó de recordar ese momento y sus ojos se humedecieron, mientras Diego terminaba la melodía de "I believe".
*Diego: Sí... (Respiró hondo y sonrió) Sé que es emotivo ese final.
*Sonohrina: ¿De qué hablas?
*Diego: De la melodía... ¿Sabes por qué estás aquí aunque no estés haciendo nada?
*Sonohrina: No ¿Por qué?
*Diego: Porque para practicar necesito inspiración... (La abrazó) Y no hay nadie mejor que mi musa para que me la brinde. (La besó) Aunque estás triste... (Le acarició las mejillas) ¿Es por la melodía? Sé que llega al fondo del alma, ¿no? (Sonrió ligeramente)
*Sonohrina: Olvídalo. No pasa nada.
*Diego: (Preocupado) ¿Tu quieres llorar?
*Sonohrina: (Comenzó a llorar) Estás igual a mi mamá... Sabe cuando quiero llorar... (Lo abrazó)
*Diego: (La abrazó) ¿Pero qué ocurre? En unos meses verás a tus parientes porque iremos a Venezuela en primer lugar... Sé que los extrañas.
*Sonohrina: Sí, pero...
*Diego: ¿Pero qué? (Le acarició el cabello)
*Sonohrina: ¿De veras quieres que te lo diga?
*Diego: Sí.
*Sonohrina: ¿No te enojarás?
*Diego: No. Te prometo que no me enojaré.
*Sonohrina: Es que... Todavía me parece mentira que... Que Camilo se haya muerto... Y que se haya vuelto malo. El día que nos conocimos, él me dijo que... Me dijo que jamás me haría daño y... Y me hizo mucho daño desde que me dejó por otra...
*Diego: Pero ya él no está, así que es difícil que te haga daño.
*Sonohrina: Aunque no lo creas, él me sigue haciendo daño, Dieguito... Me hace más daño ahora que ya no está... Te lo he estado ocultando porque al principio creí que lo superaría... Pero ya veo que no.
*Diego: ¿Qué te hace?
*Sonohrina: Me hace daño recordarlo... Pero a veces es inevitable. Ya tiene varios meses de muerto y... Y aún no entiendo por qué lo sigo recordando... Quizá sea porque fue mi primer amor.
*Diego: Puede ser. Yo también recuerdo a mi primera novia. También puede ser porque él te hizo mucho daño y te traumatizó.
*Sonohrina: Posiblemente... ¿Sabes? No siento que lo extraño. Es como si su fantasma me persiguiera. A veces he soñado con él... He soñado que... Que...
*Diego: ¿Qué?
*Sonohrina: Que él... Es horrible...
*Diego: ¿Pero qué es?
*Sonohrina: Que él mata a todos nuestros hijos en venganza de su muerte...
*Diego: Sonohrina, eso nunca va a pasar. Él ya no está en este mundo... No regresará. No es por asustarte o creerte loca, pero creo que será mejor que entres en algún tratamiento psicológico para que no recuerdes tan seguido a Camilo... O al menos para que su recuerdo no te lastime, porque te vas a enfermar. (La abrazó más fuerte y le besó la frente)
*Sonohrina: De acuerdo.
El recuerdo de Camilo era lo que le atormentaba tanto los pensamientos a Sonohrina. Ella se deprimía constantemente por esa razón. Sus hijos hacían dibujos bonitos para animarla, pero a ella le daba igual, comía incompleto y dormía poco.

jueves, 4 de marzo de 2010

48º Capitulo

Pasaron ocho meses. En ese tiempo, en la casa Fainello nació una nueva bebé, su nombre era Victoria, hija de Diego y Rebeca. Los niños no sabían que ella era sólo una media hermana para todos, la veían como una prima.
Entre tanto, en Alemania, Ricardo y Viviana ya eran novios. Para no dejar sola a Yoe, a veces salían los tres juntos, ya que Viviana se llevaba excelente con ella. Era el día 1 de Febrero y decidieron ir a pasear con sus patinetas y pasar juntos el cumpleaños de Ricardo. Lo que ninguno sabía era que Walter se había ido con el resto de Lost para Alemania porque iban a promocionar su música allá, Paola los acompañó también, sólo por Filippo. También era el cumpleaños de Walter. Estaban en una cafetería para merendar un poco antes de ir a conocer la ciudad.
*Filippo: A pesar de ser tu cumpleaños, te noto triste.
*Walter: Pues sí.
*Roberto: Yo sé por qué... Te hace falta Luki, ¿no es así?
*Walter: Pues, sí... Pero también me hace falta alguien más.
*Paola: ¿Quién?
*Walter: Yoe. (Pensó) La verdad es que no tengo un deseo de cumpleaños, sólo quiero verla de nuevo y que me perdone por todo lo que le hice...
*Paola: Walter, lo siento. Pero no sé dónde puede estar mi prima. Si supiera, te ayudaría, pero no lo sé.
Walter miraba la ventana de la cafetería. Veía las calles y el día muy soleado. Nada muy interesante, o eso pensó, hasta el momento en el que vio a una muchacha que le pareció conocida. Sonrió al verla patinar por la calle acompañada de un muchacho y de otra muchacha. Era Yoe. Walter salió de la cafetería muy contento.
*Luca D: ¿Adónde va Walter?
*Filippo: No sé... Pero sólo vi que sonrió y salió de la cafetería.
Fuera de la cafetería, Walter alcanzó a Yoe y se acercó a ella sonriendo. Cuando ella lo vio, le dio la espalda. Walter se preocupó por la actitud de Yoe. Ricardo no quería verlo y Viviana no sabía qué estaba pasando, ya que ella no conocía a Walter y no estaba enterada de todo lo que había pasado en Italia.
*Walter: Yoe, ¿por qué me tratas así? Con esa indiferencia.
*Yoe: Porque no quiero saber nada de ti, Walter. Desde que me trataste terrible en Italia, no quise volver a verte... ¿Qué haces aquí?
*Walter: Vine con el resto de Lost a promocionar nuestra música... ¿Y tú?
*Yoe: Desde que nos sacaste groseramente de tu casa, yo he estado aquí con Ricardo. Él está trabajando y yo estudiando medicina forense.
*Walter: ¿Al menos podrías perdonarme? De veras estoy arrepentido de haber hecho lo que hice.
*Yoe: Walter... De veras no sé por qué viniste, me estás diciendo que estás aquí porque quieres promocionar tu música, pero en verdad es que yo creo que ya tú sabías que yo estoy aquí.
*Walter: Al contrario. Yo no tenía ni idea... Yoe, por favor perdóname. Te extraño mucho y quiero volver a ser tu novio.
*Ricardo: El día en que tú nos botaste de tu casa, Yoe se sintió muy mal. Ella no va a querer volver contigo.
*Viviana: ¡Tú me habías hablado de eso! No sabía que te referías a este muchacho.
*Ricardo: Pues sí y nos trató muy mal.
*Yoe: Ricardo tiene razón, Walter. Tú nos trataste horrible el día que nos botaste de tu casa. Eso no te lo perdonaré por más que me lo pidas, por más que escribas en mil líneas la frase "Perdóname, Yoe" una y otra vez y a mano.
*Walter: Sabes que por ti haría lo que sea, y no es broma. (Corrió a la cafetería para terminar de comer)
*Ricardo: Creo que lo va a hacer.
*Viviana: ¿Qué cosa, amor?
*Ricardo: Las mil líneas con la frase "Perdóname, Yoe".
*Viviana: Si las hace es porque realmente haría lo que sea por tu hermana... (Sonrió)
*Yoe: Vamos al hotel... Estoy algo cansada.
Regresaron al hotel para descansar un poco. Al día siguiente era viernes y podrían salir a festejar el cumpleaños de Ricardo. Mientras eso ocurría, Walter fue a la papelería más cercana y compró un paquete de hojas blancas.
*Paola: ¿Realmente lo harás?
*Walter: Claro.
*Roberto: Mira, Walter... Realmente estás enamorado de Yoe.
*Walter: Pues sí... Y se lo voy a demostrar.
Esa tarde, Walter fue a la puerta de la habitación de hotel donde Yoe se estaba quedando y se sentó a escribir la misma frase una y otra vez. Viviana se despidió de Ricardo para irse a su casa y ambos vieron a Walter al salir de la habitación.
*Ricardo: Ven. Te acompaño hasta abajo. (En el ascensor) Te dije que lo haría.
*Viviana: ¡Qué tierno! La ama en verdad... (Sonrió)
Viviana se fue a su casa y Ricardo volvió a subir a su habitación. Antes de entrar, vio a Walter muy concentrado en sus líneas. Ya llevaba doscientas cincuenta líneas escritas.
*Ricardo: ¿Cuánto llevas?
*Walter: Doscientas cincuenta líneas.
Ricardo no le dijo más y entró a su habitación mientras Walter seguía escribiendo. Anocheció y Walter estaba casi terminando. Yoe se fue a dormir y Ricardo también, ya que al día siguiente debían cumplir con sus obligaciones. A las 11:30 de la noche, Walter había terminado de escribir las mil líneas. Le había ocupado más o menos veinte hojas por ambas caras de cada una, tenía la muñeca hinchada. Tocó el timbre de la habitación de Yoe, ella estaba dormida, pero se despertó con el ruido. Cuando salió, se sorprendió al ver el estado en el que estaba Walter; aún no se había bañado, no había dormido ni cenado y estuvo siempre frente a la puerta de la habitación escribiendo las líneas.
*Walter: Aquí está. Mil líneas...
*Yoe: Pero Walter...
*Walter: Y enumeradas... Para que no me faltara ninguna. Yoe, de veras te amo y en verdad haría lo que sea por ti. Ni siquiera escribí tanto en mi primera firma de autógrafos con fans.
*Yoe: (Miró la mano de Walter) ¿Te duele la mano?
*Walter: Sí, pero no tanto como tu rechazo... Perdóname.
Yoe vio que Walter estaba siendo sincero, lo invitó a pasar a su habitación y le untó una pomada en la muñeca para que se le quitara el dolor.
*Walter: ¿Me perdonas?
*Yoe: Eso ni lo preguntes. (Sonrió) Sé que es algo tarde, pero... Feliz cumpleaños, Walter. (Lo besó)
*Walter: (La besó) Gracias. Es el mejor regalo que he recibido, en serio. Te extrañé mucho, Yoe... (La besó) Te amo.
*Yoe: Yo también. (Lo besó)
Walter se quedó un rato con Yoe conversando. Estaba feliz por haber reanudado su relación con Yoe y pensaba pedirle que regresara a Italia y él le pagaría los estudios de medicina forense en una universidad italiana, también ayudaría a Ricardo y Viviana a conseguir trabajo. Se contaron el uno al otro todo lo que había pasado en ese tiempo tan largo que estuvieron separados. Luego de media hora, Walter se fue a su habitación de hotel. Apenas llegó, se duchó, comió un poco porque tenía hambre y se acostó a dormir exhausto.
En Italia eran la 1:15 de la mañana. Sonohrina y Diego aún estaban despiertos conversando y tomando un té.
*Sonohrina: Dieguito, sé que no te agradó mucho la idea de tener un hijo con otra mujer, pero...
*Diego: La amo igual, es mi hija. Y los niños la quieren.
*Sonohrina: Sí.
*Diego: Eso nos destina a vivir juntos para toda la vida. Por mí no hay problema, me gusta esta casa.
*Sonohrina: A mí también. Lo que sí podríamos hacer es agregarle resbaladillas y columpios al jardín.
*Diego: ¿Para qué?
*Sonohrina: Los niños corren demasiado, se ensucian, sudan mucho... A veces se caen... En el jardín hay espacio y cuando ya no tengan edad para jugar, se le quitan todas esas cosas nuevas. Así tienen un parque en la casa, piénsalo, Dieguito. De niña, yo nunca tuve uno y siempre debían llevarme a un parque para que me distrajera.
*Diego: Pero no son cosas que se hagan de la noche a la mañana, mejor no mencionamos nada a los niños y les mandamos a poner el parque afuera.
*Sonohrina: (Bebió el último sorbo de té) ¿Sabes lo que me preocupa?
*Diego: ¿Qué?
*Sonohrina: Damiano. Yo sé que el señor Mauro, que es el papá de Camilo, le va a hacer mucho daño por lo que pasó con Camilo.
*Diego: Es una pregunta absurda, pero... ¿Has soñado con Camilo últimamente?
*Sonohrina: A veces sí.
*Diego: ¿Y qué sueñas?
*Sonohrina: Tantas cosas... Escucho su voz llamándome... (Comenzó a llorar) Creo que no está descansando en paz...
*Diego: ¿La nueva costumbre de tomar té antes de dormir se debe a eso?
*Sonohrina: Sí. Es para relajarme y no pensarlo... Es que para todos fue una muerte inesperada y quizá su espíritu aún está en este mundo... Ni siquiera tiene tumba para ir a dejarle flores... Nunca pensé que se volvería tan malo...
*Diego: Él ya era malo cuando estaba contigo. Te fue infiel muchas veces.
*Sonohrina: Sí, pero él no me trataba mal... Nuestra relación fue muy bonita a pesar de su final.
*Diego: (La abrazó) Sonohrina, no podemos regresar al pasado y evitar que esto haya ocurrido. Nadie puede escapar de su destino, estaba dicho en la vida de Camilo que él moriría de esa manera.
*Sonohrina: (Lo abrazó) Te juro que el Camilo que murió no es el mismo del que yo me enamoré. Él no me maltrataba físicamente, me daba todo lo que yo quisiera, no me insultaba... Me respetaba...
*Diego: ¿Lo extrañas?
*Sonohrina: Extraño la personalidad con la que lo conocí, pero no extraño la personalidad que tenía cuando murió.
*Diego: Vamos a dormir, ya es tarde.
*Sonohrina: ¿Puedes hacerme un favor?
*Diego: ¿Cuál?
*Sonohrina: Que dormiremos abrazados. Es que quiero sentirte a mi lado, acompañándome... Y saber que nada malo va a pasarme.
*Diego: De acuerdo.
Subieron a su habitación, se alistaron y se acostaron a dormir. Como ya estaban en pijama, no había que cambiarse de ropa.