domingo, 4 de julio de 2010

60º Capitulo

A la semana siguiente, Sonohrina se despertó algo deprimida. Se sentía sola porque no despertó al lado de Diego, se sentía igual todas las mañanas desde que se divorció. Se alistó para bajar a desayunar, desayunó junto a su familia y salió al jardín a caminar un poco. Al rato, vio un auto negro y elegante que se estacionó frente a su casa. Del auto se bajó Lucio.
*Lucio: Hola, amor... (La besó) Acompáñame a ver la casa que compré para que vivamos juntos.
*Sonohrina: De acuerdo. (Subió al auto)
*Lucio: (Subió al auto) Karl, déjanos en la casa que te dije... Además, luego de eso te llevaré a otro lugar que quiero que conozcas... ¿Qué tienes? Te noto algo melancólica.
*Sonohrina: Es que no dormí bien.
*Lucio: (La abrazó) Duerme en mis brazos, amor... (Le besó la frente)
*Sonohrina: ¿Cómo voy a dormir con ese olor tan fuerte que traes contigo?
*Lucio: ¿Que no te gusta mi perfume francés?
*Sonohrina: Me gusta... Pero ¿Cuánto te pusiste?
*Lucio: Me puse mucho para oler bien todo el día. Además que vamos a pasar todo el día juntos.
*Sonohrina: Y tú ni me avisas... Sabes cómo soy con respecto a mis salidas, siempre le digo a mi familia que voy a salir. Esta vez ni les avisé.
*Lucio: Yo les diré luego. Y tú sabes cómo soy yo cuando me gusta una mujer y tú no me gustas, tú me fascinas... (La besó) Me enloqueces... (La besó) Quiero estar contigo hasta el día de mi muerte.
Luego de media hora, el auto se estacionó frente a una casa que se veía muy lujosa. Tenía tres pisos, era muy ancha, dos escaleras a los laterales de la casa y una piscina. La casa parecía sacada de un sueño.
*Lucio: ¿Qué te parece, amor? (La abrazó y le besó el cuello) Aquí nos casaremos por lo civil, haremos la fiesta de matrimonio, planificaremos nuestros hijos, nacerán, serán criados y crecerán aquí. Aquí moriremos y seremos enterrados... En fin, los mejores momentos los viviremos aquí... ¿Qué te parece?
*Sonohrina: Sí, es muy linda.
*Lucio: Y todos esos momentos comenzaremos a vivirlos a partir de hoy. Karl, ve a la casa de mi prometida, empaca sus cosas y tráelas.
*Karl: Sí, señor. (Se fue)
*Lucio: (La besó) Te quedaste sin palabras, ¿cierto? (Sonrió)
*Sonohrina: Sí. No sabía que me mudaría contigo hoy.
*Lucio: Y no sabes lo que pasará la semana que viene, es una sorpresa... No te lo puedo decir, lo que sí te digo es que busques el vestido más bonito que tengas porque lo necesitarás.
Lucio entró a la casa y Sonohrina se quedó afuera. Tenía ganas de llorar. Decidió entrar también a la casa, por dentro era muy elegante al igual que la fachada. Era muy espaciosa. Luego de una hora, Karl llegó con tres maletas llenas de cosas que Sonohrina tenía en su casa. Ya él les había explicado en casa que Sonohrina viviría en adelante con Lucio y ellos aceptaron porque sabían que Lucio era un chico de principios y de buena familia que le daría una vida digna a Sonohrina.
Mientras tanto, en Italia, Diego no dejaba de pensar en Sonohrina. Nunca pensó que su divorcio fuera un hecho, no dejaba de mirar las fotos en las que aparecían juntos muy felices, con sus hijos, en su matrimonio, besándose, en todo momento. Desde que había regresado a Italia, Milagros comenzó a sufrir fuertes ataques de asma, ha pasado toda la semana hospitalizada; porque cuando mejora, recuerda a Sonohrina, pregunta por ella, le niegan su presencia y empeora. No sabía cuándo saldría de la clínica.
*Luca: Diego, vamos a pasear con los niños para que se distraigan ¿Nos acompañas?
*Diego: No. No tengo ánimos de salir, sólo si tengo que ir a la clínica por Milagros.
*Luca: De acuerdo, pero según yo, deberías empezar a salir con alguien más para tratar de olvidar a Sonohrina. Ella está muy feliz en Venezuela junto a otro hombre. Esta vez no salgas si no quieres, pero la próxima deberías hacerlo, lo digo por tu bien. Nos vemos.
Luca se fue con Rebeca y con los niños a pasear por el parque, les compraría un helado o un algodón de azúcar y los dejaría jugar un buen rato para que no piensen en el divorcio de sus padres.
Por otro lado, Yoe y Walter habían llegado a la mansión donde ella estaba viviendo Ricardo y Julio. Se veían muy felices.
*Ricardo: ¿Y esa felicidad?
*Walter: Les tenemos una buena noticia... (Sonrió) ¿La digo yo?
*Yoe: (Sonrió) Como quieras, amor.
*Julio: ¿Es lo que yo creo?
*Walter: Pues todo depende de lo que tú creas, el asunto es que... Dilo tú, amor... (Rió y la abrazó)
*Yoe: Walter y yo nos vamos a casar. (Sonrió)
*Julio: ¡Genial! (Sonrió) Felicidades.
*Ricardo: Yoe, ¿y por qué con él? ¿Por qué no con otro? Recuerda lo que te hizo con Viviana.
*Julio: Pero si se ven muy lindos juntos.
*Ricardo: No, la verdad es que no se ven nada lindos... No me parece genial que mi hermana se case con este tipo... ¿Sólo para eso viniste, Walter?
*Walter: Sí. No quiero casarme con tu hermana a escondidas tuyas... Pero si nosotros somos felices, la haré más feliz de lo que ya es. Además que entre Viviana y yo no pasó nada, sólo fuimos muy amigos, pero no pasó nada grave.
*Ricardo: Sigo en desacuerdo. Yoe, tú te verías mejor con Eric.
*Yoe: Eric nunca mostró interés en mí. Siempre me vio como una amiga, en cambio Walter sí me ama al igual que yo a él.
*Julio: No le hagas caso, Yoe. Ustedes hacen buena pareja.
*Ricardo: Bueno, ¿saben qué? Hagan lo que quieran, sean felices... Pero ya lo saben, nada de hijos... Además ustedes ni serán felices juntos, pero eso es asunto suyo. (Se fue enojado)
*Walter: No sólo te amo, Yoe. También te respeto... (Sonrió y la besó)
*Julio: ¿Y ya saben dónde será la luna de miel?
*Yoe: Sí, en Alemania porque fue donde nos encontramos de nuevo luego de un tiempo separados.
*Julio: ¡Qué bonito! De veras, a diferencia de Ricardo, les deseo lo mejor... Y cuida mucho a Yoe.
*Walter: Por supuesto que la cuidaré bastante... (La besó) La adoro con toda mi alma. Además, escogí Alemania también porque tiene una atracción especial, la cual quiero conocer.
En eso, Ricardo regresó porque iba a buscar su almohada, que se había quedado en el sofá.
*Ricardo: Sí, ya lo sé... Viviana está allá.
*Walter: No es Viviana, ni siquiera es mujer.
*Ricardo: ¿Viste, Yoe? Ahora Walter se hizo gay.
*Walter: ¡No! Eso no es cierto... Porque ni siquiera es una persona...
*Ricardo: Entonces tienes romances raros... (Rió)
*Walter: Quiero conocer al pulpo Paul.
*Julio: ¿El del mundial de Sudáfrica? (Rió)
*Walter: Sí... (Rió) No sé, Yoe no quiere verlo, pero yo quiero ir a visitarlo porque dentro de algunos meses morirá...
*Yoe: Irás tú, pero yo no voy a conocer a ese animal... (Rió) De veras lo odio.
*Ricardo: (Rió) Sí, yo también. El muy idiota hizo que Alemania perdiera.
Walter se quedó un rato más en casa de Yoe y luego se fue a su casa. Al llegar, se dio una ducha y se acostó a dormir porque se había levantado temprano ese día y tenía sueño.
En la casa de los Fainello tocaron el timbre. Diego estaba solo en la casa y fue a abrir la puerta. Se sorprendió al ver quién estaba enfrente de él.
*Nataly: ¡Dieguito! Creí que no encontraría tu casa... (Lo abrazó) ¿Cómo estás?
*Diego: Bien, sorprendido... ¿Cuándo llegaste?
*Nataly: Ayer en la mañana. Dieguito, es que pasó algo terrible... Mi padre falleció y mi hermano está a cargo de la empresa de Sony BMG Canadá. Yo le pedí que me diera algo de dinero para venir a Italia a visitarte... Te extrañé mucho y tenía muchos deseos de verte... (Lo besó)
*Diego: (Sonrió ligeramente) Bueno, pasa adelante. Estás en tu casa... Por cierto ¿Cómo averiguaste la dirección?
*Nataly: Por Dios, Dieguito. Todas tus fans saben la dirección exacta de tu casa. Soy amiga de la presidenta del club de fans, la conocí por Internet, fui a su casa y le pedí tu dirección. Tu casa es muy bonita y se ve acogedora.
*Diego: Gracias ¿Quieres algo de tomar, comer...?
*Nataly: No, no te preocupes. Sólo vine a saludarte y a estar contigo un rato. Te noto algo triste... ¿O son ideas mías?
*Diego: Sí, estoy triste porque hace una semana me divorcié estando enamorado de mi ex esposa. Mis hijos se quedaron conmigo y mi hija está hospitalizada por ataques de asma, toda la semana ha estado en la clínica.
*Nataly: Lo siento, Dieguito... De veras, siento haberte recordado eso. Pero aquí estoy para animarte y para que pienses en otras cosas... (Lo besó) Si yo fuera tu esposa, nunca me divorciaría... (Lo besó)
*Diego: ¿Y dónde te estás quedando?
*Nataly: En un hotel algo lejos de aquí. Vine a Verona en tren porque yo creía que tú vivías en Milano o Roma...
*Diego: ¿Tú no quieres seguir pagando hospedaje?
*Nataly: Exacto porque si sigo así, todo el dinero se me irá en hospedaje.
*Diego: Bueno, te tengo dos sugerencias. La primera es que yo podría pagarte el hospedaje en secreto ¿Cuánto cuesta?
*Nataly: 281 Euros la noche.
*Diego: Eso es mucho y se darán cuenta que falta dinero.
*Nataly: No te preocupes, yo puedo seguir pagando el hospedaje, pero no por mucho tiempo.
*Diego: ¿Y hasta cuándo te quedas en Italia?
*Nataly: Pienso quedarme a vivir, pero aún no lo sé. Todo depende de si me habitúo o no al cambio. Si no me habitúo, me iré en dos meses para Canadá.
*Diego: La otra opción es que te hospedes aquí. Hay espacio, y además que...
*Nataly: ¿Harías eso por mí? De veras te adoro... (Sonrió y lo besó)
*Diego: (Sonrió) Además que ya conoces a Luca. Aún no conoces a los niños, pero te caerán bien. Estoy seguro que ellos te tomarán cariño rápido porque tú eres una chica muy especial. Si te quedas, que sea bajo una condición.
*Nataly: ¿Cuál?
*Diego: Sólo te pido que delante de los niños digas que somos sólo amigos. Ellos aún no superan del todo el divorcio.
*Nataly: (Sonrió) De acuerdo, excelente... ¿Y cuándo puedo mudarme?
*Diego: Cuando tú quieras, ya aquí tienes habitación, compañía, comida, agua, luz... Todo lo que quieras y gratis. (Sonrió)
*Nataly: Ya será mañana que traeré mis cosas porque ahora es muy tarde para irlas a buscar y regresar. Gracias, Dieguito... (Lo besó) ¡Eres lo máximo!
*Diego: Sí, si quieres las traes mañana, pero hoy puedes quedarte a dormir.
*Nataly: Excelente... (Sonrió y lo besó)
*Diego: ¿No hay problema si dormimos juntos? No sé si te molesta dormir en compañía.
*Nataly: Me da igual, a decir verdad.
Diego y Nataly subieron a la habitación de Diego. Nataly se quitó los zapatos y se acostó en la cama para dormir porque estaba realmente cansada. Al rato, Luca, Rebeca y los niños volvieron a la casa. Luca había ido a buscar a Milagros a la clínica porque ya le habían dado de alta. Al salir de la clínica, compraron tres pizzas para compartir en la cena.
*Milagros: Avisen cuando vayamos a cenar. Yo voy a descansar.
*Luca: De acuerdo.
*Diego Luca: Sí, y nosotros la acompañaremos para cuidarla...
*Rebeca: ¡Qué tierno se escuchó eso! (Sonrió) Está bien, calentaremos las pizzas y luego de un rato podremos cenar.
*Mateo: Yo voy a avisarle a mi papá que compramos pizza. Luki, luego los alcanzo para acompañar a Milagros.
*Diego Luca: Sí. Te esperamos en la biblioteca.
Diego Luca, Milagros, María Alejandra y Elisa se fueron a la biblioteca mientras Mateo se fue a la sala para avisarle a Diego que habían comprado pizza para cenar.
*Mateo: ¡Papi! ¿Sabes quién ya está en casa? (Sonrió)
*Diego: ¿Quién?
*Mateo: Milagros... El médico llamó a mi tío Luca al celular y le dijo que ya le dieron de alta y pasamos a recogerla a la clínica. Luego fuimos a comprar pizza para cenar.
*Diego: ¿Y dónde está Milagros?
*Mateo: Está descansando en la biblioteca. Yo voy a ir a acompañarla. Te veo en la cena.
*Diego: De acuerdo, ve.
*Mateo: ¿Y ese bolso? (Mirando el bolso de Nataly) No lo conozco.
*Diego: Ese bolso es de una amiga que está arriba descansando. Vino a visitarnos y quizá se quede a vivir aquí un tiempo.
*Mateo: ¿Y por qué?
*Diego: Porque ella no puede pagar siempre el hotel donde se está quedando y le dije que podía quedarse aquí.
*Mateo: (Sonrió) De acuerdo. Nos vemos en la cena.
La hora de la cena llegó y todos fueron al comedor para cenar con tranquilidad. Hablaban un poco y los niños hacían ruido al reír, eso hizo que Nataly se despertara. Ella bajó hasta el comedor y los vio cenar a todos. Cuando la vieron, se quedaron en silencio.
*Diego: Lo siento, Nataly. Creí que estabas dormida.
*Nataly: Estaba, pero...
*Diego: Si quieres, sírvete pizza. Hay mucha.
*Nataly: No gracias, no tengo hambre.
*Mateo: Hola, amiga de papi... (Sonrió)
*Diego Luca: ¿Esa es la amiga que va a vivir con nosotros?
*Rebeca: ¿De qué me perdí?
*Diego: Pues sí, Luki... Es ella, se llama Nataly.
*María Alejandra: Hola, Nataly.
*Nataly: Hola, dulzura... (Sonrió ligeramente) ¿Cómo te llamas?
*María Alejandra: Me llamo María Alejandra y tengo cuatro años ¿Tú cuántos años tienes?
*Nataly: Tengo 25. Dieguito, quisiera que me acompañaras a buscar mis cosas mañana.
*Diego: Sí.
*Milagros: ¿Adónde?
*Diego: Al hotel donde ella se estaba quedando.
*Elisa: Yo también quiero ir... Por favor... (Sonrió)
*Luca: Elisa, por favor... ¿Qué vas a hacer tú allá?
*Elisa: No sé... Conocer el hotel, ayudarles a empacar...
*Rebeca: No Elisa. Deja que Diego vaya con su amiga a buscar sus cosas, ellos regresarán y traerán las cosas para acá.
*Diego Luca: ¿Y de dónde viniste? Porque para quedarte en un hotel, es porque no eres italiana.
*Nataly: Vine de Canadá.
*Diego Luca: Yo me acuerdo cuando fui a Canadá, también me quedé en un hotel. Fue muy divertido porque tenía piscina... Fui porque mi papá y mi tío tenían trabajo y todos fuimos. Mi tío volvía rápido pero mi papá se quedaba más tiempo afuera conociendo la ciudad.
*Nataly: ¡Qué bien! (Sonrió)
*Diego Luca: Sí, y el año que viene estamos pensando visitar Asia y Australia. Yo quiero conocer un canguro y un koala.
*Nataly: Ha de ser muy bonito.
*Diego Luca: Sí. Yo un día fui al zoológico pero no me acuerdo porque estaba pequeño... Pero había muchos animales haciendo ruido... (Rió) Y ninguno entendía nada de lo que decía el otro... (Rió) Cuando vaya a Australia voy a adoptar un koala y un canguro y cuando vaya a Asia voy a adoptar dos pandas, uno para la casa y el otro para mandárselo a mi mamá a Venezuela porque a ella le encantan los pandas.
*Nataly: Me parece caballeroso de tu parte... (Sonrió) Bueno, me voy a dormir. Estoy muy cansada. (Se fue)
*Elisa: ¿Y en qué habitación va a dormir?
*Diego: Ella es mi amiga y va a dormir en mi habitación porque es donde hay más espacio.
Los niños terminaron de cenar y salieron a jugar en el jardín.
*Rebeca: Diego, ¿tú eres loco?
*Diego: ¿Por qué lo dices?
*Rebeca: No deberías dejar que los niños tomen ese ejemplo de invitar mujeres a la casa.
*Diego: Ellos no lo tomarán.
*Luca: Cierto, además, Diego tiene que conocer, salir con otras chicas porque sino va a vivir todo lo que le queda de vida recordando y llorando por Sonohrina. Si luego Diego y Nataly se casan, los niños verán que es normal que Nataly y Diego duerman y vivan juntos.
*Rebeca: Yo no estoy de acuerdo con eso. Algo me dice que Sonohrina regresará.
*Diego: Ella no va a regresar. Ni siquiera llama para saber cómo están los niños. Luca tiene razón, yo tengo que distraerme y pensar en otra cosa, estar con otra mujer... Pero no me volveré a casar, lo juro.
*Luca: ¿Y si queda embarazada?
*Diego: ¿Tú crees que ella quiera tener hijos luego de ver que en esta casa hay seis niños? Es muy difícil criarlos y cuidarlos a todos. Bueno, me retiro porque voy a dormir, ayer no pude dormir bien.
*Rebeca: Está bien. Cuidado con lo que haces con esa mujer que tienes en la habitación.
*Diego: No haré nada.
Diego subió a su habitación y cuando abrió la puerta, vio a Nataly durmiendo cómodamente en su cama. Se acostó a su lado y le besó la frente.
*Nataly: (Despertó) Dieguito... (Sonrió y lo besó) Tus hijos son encantadores.
*Diego: Sabía que te encantarían... (La besó) Tú serás como su mamá a partir de hoy hasta el día que tú quieras. (La besó) Buenas noches, Nataly. Mañana tenemos que levantarnos un poco temprano para ir al hotel a buscar tus cosas.
*Nataly: Sí, cierto... (Lo besó) Buenas noches, Dieguito. Estoy cansada... A propósito... ¿Por qué ya no me llamas como me llamaste la noche en que estuvimos juntos?
*Diego: Porque... No quiero recordar nada que tenga que ver con mi esposa y así es como yo la llamaba, no te sientas ofendida.
*Nataly: Para nada, no te preocupes. Haces bien al pensar de esa manera. Sólo olvídala y no pienses en alguien que nunca regresará... (Lo besó) Sólo vive tu presente, luego vivirás tu futuro... (Lo besó) Te adoro...
*Diego: Yo también... (La besó) Gracias por comprenderme... (Le acarició la mejilla y sonrió)
*Nataly: No hay de qué, amor... (Lo besó y sonrió) Buenas noches, que duermas bien.
*Diego: Igualmente. Buenas noches... (La besó)
A pesar de que tardaron tanto en dormirse, esa fue una noche tranquila y todos pudieron dormir bien. Todos menos Sonohrina, que estaba en Venezuela conteniendo las ganas de llorar que tenía desde ese día que se mudó con Lucio contra su voluntad.