miércoles, 29 de junio de 2011

65º Capitulo

El día de cumpleaños de Sonohrina, Lucio decidió regalarle un viaje por las islas griegas. Lo que ella no sabía es que tendría un buen regalo de cumpleaños, porque Diego y Nataly estaban en el mismo crucero porque celebraban su aniversario de relación. La fiesta de bienvenida a bordo sería esa noche.
*Lucio: ¡Eres suertuda, amor! Tendrás la fiesta de bienvenida a bordo el día de tu cumpleaños. (La abrazó)
*Sonohrina: Sí…
*Lucio: ¿Qué tienes?
*Sonohrina: Nada…
*Lucio: Me parece que estás triste.
*Sonohrina: Pues, sí… Un poco… Pero no creo que lo entiendas.
*Lucio: Soy tu novio. Trataré de entenderlo.
*Sonohrina: Pero Lucio, tú no eres padre. Es que extraño a mis hijos.
*Lucio: (La abrazó) Deberíamos tener hijos juntos… (La besó)
*Sonohrina: No… No, Lucio es que… Yo no puedo tener más hijos…
*Lucio: ¿Por qué?
*Sonohrina: Por una enfermedad que sufrí. Esa enfermedad me dejó estéril.
*Lucio: ¿Cuál enfermedad?
*Sonohrina: Aplacia medular…
Lucio la soltó y fue a ducharse. Sonohrina esperaba no haberlo hecho enojar. Cada vez que lo hacía enojar, la golpeaba. Fue al baño para avisarle que saldría del camarote para caminar y respirar un poco de aire fresco.
*Sonohrina: Lucio, iré a caminar un rato…
*Lucio: Sí, tranquila… (Se oía bastante tranquilo)
Sonohrina salió a caminar. Iba caminando por el pasillo, se quedó sorprendida con lo que vio, creyó que era su imaginación, vio a Diego saliendo de su camarote, pero estaba muy lejos y él no alcanzó a verla. Sonohrina dudaba que fuera Diego. Decidió seguir su camino como si no hubiese visto nada.
Mientras tanto, Diego seguía caminando por el pasillo, sin saber que su camarote estaba en el mismo pasillo que el de Sonohrina. Comenzó a recordarla, a pensar en lo feliz que era con ella.
*Diego: (Pensó) Hoy es tu cumpleaños, Sonohrina… Y te extraño como no tienes idea… Recuerdo lo felices que fuimos en nuestro matrimonio. Lástima que todo terminara así tan feo.
Siguió caminando porque se encontraría con Nataly en la piscina. Cuando llegó a la piscina, vio a Nataly nadando un poco. No quiso nadar en la piscina, así que se recostó en una silla reclinable.
*Nataly: (Lo vio) Amor, ¿no quieres nadar aquí conmigo?
*Diego: No, no… Muchas gracias… (Sonrió ligeramente) Estoy bien aquí.
Pasaron cinco minutos y Nataly seguía nadando en la piscina. En ese momento, Diego vio a una chica que se le hizo bastante conocida. Se levantó de la silla reclinable y la siguió hasta el pasillo donde estaban sus camarotes sin que ella se diera cuenta.
*Diego: Sonohrina…
Sonohrina dejó de caminar y se quedó paralizada. No podía creer lo que le estaba pasando, con quién se había encontrado en el crucero.
*Diego: Sonohrina… Feliz cumpleaños… (La abrazó, pero ella no se volteó) No te hagas la loca, yo sé que eres tú.
*Sonohrina: (Respiró hondo) Diego… Por favor, aléjate.
*Diego: ¿Por qué?
*Sonohrina: No quiero problemas aquí y mucho menos el día de mi cumpleaños. Gracias por felicitarme pero no vuelvas a abrazarme…
*Diego: (La soltó) Pero, no entiendo…
*Sonohrina: Es mejor que no te enteres, que no lo entiendas… Mira, somos dos desconocidos, por favor.
*Diego: No puedo prometerte eso, Sonohrina.
*Sonohrina: Entonces voy a tener que tomar medidas drásticas contigo. No te hablaré ni te prestaré atención para que puedas prometerme lo que te pido y además que lo cumplas.
*Diego: ¿Acaso hay alguien que no quiere que nos veamos?
*Sonohrina: No te lo puedo responder.
*Diego: Sonohrina…
*Sonohrina: Diego, por favor, basta, ¿sí? ¡Basta! No nos conocemos… Déjame ir… (Se soltó y corrió a su camarote).
Esa noche, Sonohrina y Lucio bajaron a la fiesta. Sonohrina esperaba no encontrarse con Diego, aunque sabía que sería inevitable. Decidió quedarse sentada en la mesa junto a Lucio para que Diego no se acercara.
*Lucio: Mi amor, te daré tu regalo de cumpleaños… Esta vez es formal… (Sonrió y sacó una pequeña caja negra) Vamos a casarnos en dos meses. (Sacó el anillo que tenía adentro de la caja y se lo puso a Sonohrina mientras sonreía)
*Sonohrina: Bueno, no tengo elección.
*Lucio: Claro que no la tienes, yo he hecho muchas cosas por ti. Te di trabajo, casa, servicio a tus órdenes… No sé qué más darte, y todo ha sido con gusto… (La besó)
*Sonohrina: (Sonrió tímidamente) En cambio yo no te he dado nada.
*Lucio: Ya me lo darás, y me pagarás todo lo que te he dado… Nada de esto ha sido gratis y tú lo sabes.
*Sonohrina: Sí, bueno, comenzaré a ahorrar para pagártelo, ¿está bien?
*Lucio: ¿De qué hablas? (Rió) Yo no quiero dinero a cambio, si ya tengo más que suficiente. Estuve pensando lo siguiente, y llegué a la conclusión de que lo haré; amor, prepárate porque apenas volvamos a Venezuela empezarás un tratamiento médico para volver a salir embarazada, yo te lo pagaré y tendremos nuestros hijos… (Sonrió)
*Sonohrina: De acuerdo, está bien.
Sonohrina prefería estar de acuerdo o fingirlo porque sabía que Lucio se ponía violento cuando no se cumplía su voluntad. Ya varias veces ella había sido víctima de violencia doméstica por culpa de Lucio.
*Lucio: ¿Bailamos?
*Sonohrina: No. No, yo me quiero quedar aquí.
*Lucio: ¿Te sientes mal?
*Sonohrina: Sí, me duele un poco la cabeza.
*Lucio: ¿Quieres ir al camarote?
*Sonohrina: Vamos.
Lucio y Sonohrina se fueron al camarote. Mientras, Diego y Nataly aún estaban en la fiesta. Diego se quedó mirando a la puerta.
*Nataly: ¿Qué tienes, amor?
*Diego: Nada, ¿por qué lo preguntas?
*Nataly: Porque te veo mirando la puerta como si hubieses visto un fantasma.
*Diego: No es nada… No te preocupes… (La besó)
En Italia, Walter y Yoe empacaban para viajar por su luna de miel, irían a Alemania. Walter no se veía muy contento.
*Yoe: No te veo contento por nuestra luna de miel… ¿Qué tienes?
*Walter: Te lo diré aunque sea tonto… Pero yo quería ir a Alemania a conocer al pulpo Paul… Pero ya me enteré de lo que le pasó… Se murió.
*Yoe: ¡Walter! Eso pasó hace tiempo ya y vas a lamentarte por eso ahora… Además, a mí no me cae muy bien, y a ti tampoco debería caerte bien.
*Walter: ¿Por qué?
*Yoe: Él siempre escogía el equipo contrario a Italia, ¿te acuerdas que Italia no ganó ningún partido en el mundial pasado? Y era el campeón en el 2.006.
*Walter: Pues… Sí, tienes razón. Pero me gustaría visitar el acuario donde él estaba.
*Yoe: Bueno, si tanto quieres ir a visitar ese lugar, tiene que ser por algo… Ya en tres días viajaremos.
En la casa Fainello, los niños aún se preguntaban qué sería de la vida de Sonohrina. Ese día, Rebeca limpiaba un poco la casa y encontró una libreta que Diego había olvidado en casa. La hojeó y entendió por qué la había dejado. Esa libreta era de Sonohrina, ella escribía ahí todo lo que vivía y todo lo que pensaba. Decidió leer la primera página: “Parezco una tonta, pero… Luego de un año he vuelto a creer en el amor gracias a un chico que me ha regresado las ganas de amar a alguien, y ese es Diego Fainello. No quisiera que regresara a Italia porque sé que será muy difícil volver a verlo. De todas maneras, le daré mi número de teléfono (el que está anotado en la última página) para que me llame cuando quiera… Si es que algún día quiere hacerlo.” Dejó de leer la primera página y se fue a la última. Encontró un número de teléfono y lo marcó en el teléfono de la casa. Le atendieron al poco tiempo.
*(Mamá de Sonohrina): ¿Quiere hablar con mi hija mayor?
*Rebeca: Sí.
*(Mamá de Sonohrina): Es raro que ella no le haya avisado, pero ella no está viviendo aquí. Ella vive con su prometido en otra casa… Tiene mucho tiempo sin visitarnos. Según lo último que supimos, ella se fue en un crucero con su prometido para celebrar su cumpleaños.
*Rebeca: ¿Y usted tiene el teléfono de esa casa?
*(Mamá de Sonohrina): No. Quien lo tiene es mi hija menor. Te daré su número… ¿Tiene para anotar?
*Rebeca: Sí, dígame…
La mamá de Sonohrina le dictó a Rebeca el número de teléfono de la casa de Loredana.
*Rebeca: Gracias, señora. (Colgó y marcó el número de teléfono de la casa de Loredana)
*Federico: ¿Sí?
*Rebeca: Hola… ¿Es la casa de Loredana?
*Federico: Sí, aquí vive ella… ¿Quién habla?
*Rebeca: Soy Rebeca… Ella me conoce, pero quizá no me recuerde.
*Federico: Ya se la paso… ¡Loredana! Hay una llamada para ti…
*Loredana: ¿Sí? (Tomó el teléfono) ¿Aló?
*Rebeca: Hola, Loredana… Soy Rebeca. Quizá no me recuerdes. Pero yo sí me acuerdo de ti ¿Cómo estás?
*Loredana: Si tú me recuerdas, dame una pista para ver si yo también me acuerdo de ti.
*Rebeca: Soy la ex cuñada de tu hermana. La esposa de Luca Fainello.
*Loredana: ¡Ya me acordé! (Sonrió) Bueno, estoy bien ¿Y tú?
*Rebeca: Bien, también… Gracias.
*Loredana: ¿Y los niños?
*Rebeca: Bueno, ellos no muy bien. Te llamo porque quiero saber el número de teléfono de la casa donde vive tu hermana. Los niños quieren saber de ella. Conseguí tu número porque llamé a tu mamá y ella me lo dio diciéndome que tú tienes su número.
*Loredana: Sí, sí lo tengo, pero ella está de viaje en un crucero por las islas griegas y regresa en dos semanas. Si quieres te lo doy y tú la llamas luego.
*Rebeca: De acuerdo.
Loredana le dictó a Rebeca el número de la casa de Lucio para que ella pudiera hablar con Sonohrina. Se despidieron.
*Rebeca: Los niños se pondrán felices al saber esto.
Rebeca se dirigió al cuarto de juegos de la casa y encontró a los niños como hipnotizados por un programa de títeres en la televisión. Luca los acompañaba, pero le aburría el programa de títeres.
*Rebeca: Niños, lamento interrumpirlos, pero les tengo una buena noticia.
*Mateo: ¿Cuál?
*Rebeca: Conseguí el número de teléfono de la casa donde está su mamá. (Sonrió)
*Diego Luca: ¡Vamos a llamarla ahora! (Contento)
*Rebeca: Me temo que no podemos porque ella está de viaje en un crucero por las islas griegas.
*Luca: ¿Qué? (Sorprendido)
*Rebeca: ¿Qué pasó?
*Luca: Que ese puede ser el mismo crucero en el que están Nataly y Diego. Lo llamaré al celular para saber si la ha visto.
Luca tomó su celular y llamó a Diego para hablar con él. Atendió Nataly.
*Luca: Por favor, Nataly, comunícame con Diego.
*Nataly: Se está duchando, Luca. Cuando salga le diré que te devuelva la llamada.
*Luca: Por favor. Lo que tengo que decirle es urgente, pero no quiero dejarle el mensaje con nadie porque es algo que sólo nos incumbe a nosotros.
*Nataly: De acuerdo. Cuando salga le diré que te llame.
*Luca: Gracias. (Colgó)
Luego de media hora, Luca estaba en el jardín practicando con su guitarra, cuando sonó su celular. Era Diego.
*Diego: ¿Qué era eso tan importante que querías decirme?
*Luca: Diego… Rebeca consiguió el número de la casa donde Sonohrina está viviendo, pero no la ha llamado porque le comentaron que está en un crucero por las islas griegas… Quizá sea el mismo o la veas en alguna oportunidad.
*Diego: De hecho, es el mismo. Ella está en el mismo piso que yo, pero… La saludé y me contestó un poco fuerte. Ella me odia, Luca, y yo prefiero no insistirle… Al parecer está con otro y quizá se casen. Yo me casaré con Nataly, pero no sé cuándo.
*Luca: Rebeca piensa llamarla cuando regresen del crucero. No te imaginas lo contento que se puso Luki. Él la extraña, Diego… Y no creo que quiera a Nataly como nueva mamá.
*Diego: Yo estuve pensando en mandarlos a Veneuela un tiempo, quizás en vacaciones de Navidad, para que compartan con su mamá y la vean después de mucho tiempo. Ahora que la tengo cerca, le preguntaré qué piensa al respecto. Voy a su camarote y le pregunto. Te mandaré un email con la respuesta que me haya dado.
*Luca: De acuerdo. Hablamos. Gracias por llamar.
*Diego: Gracias a ti y a Rebeca por encontrar el número. Hablamos. Saludos a los niños. (Colgó)
Diego se dirigió al camarote donde estaba Sonohrina. No tuvo que caminar mucho sino llegar hasta el final del pasillo. Tocó la puerta y luego de dos minutos, Lucio le abrió. Estaba en bata.
*Lucio: ¿Qué desea?
*Diego: Hablar con la señora que lo acompaña.
*Lucio: ¿Y de qué? Yo no la autorizo para hablar con cualquiera.
*Diego: Pues, yo no soy cualquiera. Soy Diego Fainello y tengo algo muy importante que hablar con ella.
*Lucio: Bueno, ¿sabe qué? Voy a despertarla para que puedan hablar. Tuvo una noche muy intensa, tuvimos, quise decir… (Sonrió) Espere aquí. (Cerró la puerta) Amor, te buscan afuera… (La abrazó)
*Sonohrina: ¿Quién?
*Lucio: No sé… Un tipo que quiere hablar contigo. Te doy veinte minutos.
Sonohrina se levantó de la cama y abrió la puerta. Vio a Diego y se quedó callada. Cerró la puerta.
*Diego: ¡Sonohrina! (Sonrió) De veras no sabía que te encontraría aquí y no sabes lo feliz que eso me hace.
*Sonohrina: ¿Sólo quieres decirme eso?
*Diego: Veo que tú no estás feliz.
*Sonohrina: Pues, no. Y es porque estoy preocupada.
*Diego: ¿Preocupada? ¿Y por qué?
*Sonohrina: No te lo puedo decir. Dime qué es lo que viniste a decirme… El tiempo corre y tengo sólo veinte minutos para hablar contigo.
*Diego: ¿Y por qué veinte minutos?
*Sonohrina: ¡Diego, dime lo que quieres decirme y no preguntes tanto!
*Diego: Está bien. En casa los niños han cambiado mucho… No son tan comunicativos como antes. Creo que eso se debe a que te extrañan porque siempre preguntan por ti. Quería saber si estás de acuerdo en que ellos vayan a Venezuela a visitarte.
*Sonohrina: Te confieso que personalmente estoy de acuerdo, pero por mi pareja es mejor que no me visiten.
*Diego: ¿Por qué lo dices?
*Sonohrina: No puedo decirlo.
*Diego: Te prometo que él no sabrá que me lo contaste. Yo no se lo voy a comentar, ni siquiera le hablo… Vamos afuera y ahí hablamos.
*Sonohrina: No puedo quedarme por mucho tiempo.
*Diego: No le hagas caso, ven y me cuentas.
Sonohrina decidió ir con Diego. Llegaron a una parte en la que no había gente que escuchara lo que Sonohrina le contaría a Diego.
*Sonohrina: Es que cuando no obedezco a Lucio, él me golpea… Me maltrata físicamente. No llamo a la policía porque él no me permite usar el teléfono ni la computadora… No me permite contactar con la gente…
*Diego: (La abrazó) Si quieres, yo llamo a la policía.
*Sonohrina: No… No… Porque se supone que nadie debería saber lo que él me hace.
*Diego: ¿Te dejarás maltratar?
*Sonohrina: Pero sólo lo hace cuando no lo obedezco.
*Diego: Sabes que nunca debería maltratarte… Yo jamás lo hice ni lo hubiese hecho.
*Sonohrina: Pero golpeaste a mi tío, eso fue lo que causó nuestro divorcio.
*Diego: Sonohrina, yo fui feliz contigo. Si tú volvieras, te prometería no volver a cometer los mismos errores.
*Sonohrina: Pero no puedo volver. Ya estoy con Lucio y no puedo dejarlo. Si lo dejo, él me mata… Y no es mentira. A veces me dice que prefiere verme muerta antes que verme con otro.
*Diego: ¿Y qué le pasa a ese tipo?
*Sonohrina: Él dice que está muy enamorado de mí. Que por mí haría lo que sea… (Miró el reloj) Tengo que irme al camarote. Eso sí, él es muy puntual… Si no llego cuando él dice, me maltrata… No vemos. (Le besó la mejilla)
*Diego: Nos vemos.
Sonohrina se fue y Diego decidió también ir a su camarote. Tenía sueño.