sábado, 30 de mayo de 2009

40º Capitulo

A media noche, Sonohrina se despertó y comenzó a llorar. Diego abrió los ojos y la escuchó llorando.
*Diego: (La abrazó) ¿Qué pasó, Sonohrina? ¿Qué tienes?
*Sonohrina: Ojalá no hubiese muerto nuestro bebé... Me siento muy mal espiritualmente...
*Diego: Aún están Milagros y Mateo. Podemos tener más hijos... No llores...
*Sonohrina: Dieguito, de veras me siento muy triste... (Lo abrazó)
*Diego: (Le besó la frente) ¿Te cuento una historia?
*Sonohrina: Bueno, de acuerdo.
*Diego: (Le acariciaba la frente) Un muchacho hizo un viaje por trabajo a un lugar lejano de su casa. Conoció al amor de su vida y luchó por ella hasta que se casaron. Tuvieron hijos y fueron felices para siempre. Sé que es corta, pero es...
Diego vio a Sonohrina durmiendo y abrazándolo. Le besó la frente.
*Diego: Nuestra historia. La más bella, Sonohrina.
Doce días después, Luca llevó a los mellizos a pasear por Caracas para llevar un buen recuerdo de su primer viaje a Venezuela. Alejandra los acompañó. Mientras eso ocurría, Diego y Sonohrina estaban en la habitación del hotel empacando para su regreso a Italia. Diego tomó su guitarra y comenzó a tocar una melodía nueva para Sonohrina. Ella quedó impresionada por el talento de Diego.
*Sonohrina: (Sonrió y lo besó) Eres muy talentoso, Dieguito.
*Diego: Es porque tú me inspiras... (Sonrió y la besó)
Diego dejó su guitarra a un lado y siguió besando a Sonohrina. No pudieron frenar todo lo que sentían en ese momento y se dejaron llevar por la pasión. Luego de unas horas, se durmieron. Diego despertó y le acariciaba el cabello a Sonohrina mientras ella dormía. En ese momento, sonó el teléfono de la habitación del hotel. Diego atendió.
*Luca: Diego, estoy en McDonald's ¿Te compro algo para comer?
*Diego: Sí...
*Luca: ¿Cómo vas con las maletas?
*Diego: Las maletas... (Rio) ¿Cómo están los bebés?
*Luca: Bien. Alejandra les compró un helado para los dos y están comiendo... Te pregunté por las maletas...
*Diego: (Rio) Luca, he estado un poco ocupado...
*Luca: ¿En qué?
*Diego: Con Sonohrina... (Rio)
*Luca: (Rio) Diego, tienes todo el tiempo para ocuparte de eso cuando lleguemos a Italia...
Luca, Alejandra y los mellizos llegaron al hotel, las maletas para el viaje a Italia ya estaban listas. Alejandra también preparaba un viaje al interior de Venezuela, por negocios de su mamá. Alejandra no quería dejarla viajar sola, ya que podía ocurrir cualquier emergencia con su salud. Esa noche fueron a cenar al restaurante favorito de Alejandra. Al llegar al hotel, nadie quería estar en las habitaciones y decidieron caminar un poco por las instalaciones del hotel, dejaron a los bebés en la habitación de Diego y Sonohrina; Luca y Alejandra conversaban y caminaban por los pasillos internos del hotel, mientras Diego y Sonohrina veían las estrellas acostados en las camillas de la piscina.
*Diego: Sonohrina... Tengo que decirte algo.
*Sonohrina: Dime...
*Diego: Las estrellas son como tú. Veo tus ojos en ellas.
*Sonohrina: (Sonrió) ¿Tan pequeños son?
*Diego: Hablo en serio, Sonohrina. (Sonrió) Yo te amo...
Se levantaron de las camillas y empezaron a caminar por los alrededores de la piscina. Diego abrazó a Sonohrina alzándola un poco y luego la besó, en seguida se lanzó al agua con Sonohrina en brazos. Ella lo abrazó muy fuerte porque el impacto la asustó mucho.
*Sonohrina: ¡Sí eres malo, Diego...!
*Diego: ¿Por qué lo dices? (Rio y la besó)
*Sonohrina: No me beses... (Lo besó) No es gracioso. Estoy toda mojada y si me da una gripe es culpa tuya.
*Diego: No te enojes, mi amor... (La besó) Te beso porque te amo... (La besó) Además, ese abrazo que me diste me gustó mucho... (Sonrió)
*Sonohrina: Yo también te amo, Dieguito, pero estás muy travieso... Vamos arriba, me quiero cambiar.
*Diego: (La abrazó) De acuerdo.
Mientras eso ocurría, Alejandra y Luca estaban sentados en los sofás del lobby del hotel, seguían conversando de todo un poco.
*Luca: No quiero separarme de ti, Alejandra. Yo te amo y lo sabes.
*Alejandra: Luca, ya hemos hablado de lo mismo muchas veces. No podemos estar juntos porque es casi imposible tener tiempo para compartir sólo nosotros dos.
*Luca: Entiendo lo que me quieres decir, pero... ¿Tú nunca has pensado en viajar a Verona?
*Alejandra: Sí, y tú sabes los momentos tan difíciles que estoy viviendo, Luca. Cuidar a mi mamá no es fácil... (Lo abrazó) Somos sólo ella y yo, mi papá murió cuando yo era niña. Yo lo recuerdo muy poco porque era muy chiquita cuando él nos dejó. Mi mamá me ha contado ciertas cosas que mi papá hacía, y dice que en algunos rasgos de mi personalidad me parezco mucho a él.
*Luca: Entiendo cómo te sientes... (La abrazó)
*Alejandra: Y yo entiendo que tú tienes tu trabajo en Italia y que no puedes abandonar tu país sólo para estar conmigo. Por eso te he dicho que lo nuestro no funciona porque ni tú ni yo podemos abandonar nuestros países para estar juntos. Lo siento, Luca, pero ya conocerás a alguien allá en Italia que te haga feliz y yo haré mi vida aquí.
*Luca: Por ti me quedaría aquí.
*Alejandra: Luca, no inventes... Lo correcto es que seamos sólo amigos y que estemos físicamente distantes. Bueno, tengo que irme, pero antes quisiera preguntarte algo.
*Luca: ¿Qué pasó?
*Alejandra: ¿Quieres acompañarme a la playa mañana?
*Luca: Sí... (Sonrió) Estupendo. Gracias, Alejandra.
*Alejandra: Por nada. Dile a Diego y a Sonohrina para que ellos vengan también, que traigan a los bebés para que conozcan la playa.
*Luca: De acuerdo ¿A qué hora?
*Alejandra: Yo vendré para el hotel a las 8:30 de la mañana para pasarlos buscando. Se vienen y vamos juntos a la playa, ¿está bien?
*Luca: (Sonrió) Sí...
*Alejandra: Bueno, nos vemos... (Lo abrazó)
Cada quien tomó su camino. Luca llegó a la puerta de la habitación que seguía cerrada. Le pareció muy extraño y aún así, tocó la puerta para averiguar si al menos habían llegado. Nadie respondió. En eso, el ascensor se abrió.
*Sonohrina: Ya lo sabes... (Rio) Si me resfrío es culpa tuya...
*Diego: Yo te curo si te resfrías, Sonohrina... (La abrazó) Hola, Luca...
*Luca: Hola... (Rio) ¿Por qué están mojados? ¡Están empapados! Y con ese viento frío que hace afuera...
*Sonohrina: Tu hermano se las quiere dar de gracioso y se lanzó a la piscina conmigo en brazos.
*Luca: Diego, ¿en qué pensabas? (Sonrió)
*Diego: Ya le dije que lo hice para jugar... (Rio)
*Sonohrina: Y en Italia no eres así... (Rio) ¡Ay, Dieguito! (Lo besó) No me importa, eres mi travieso.
*Luca: Espero no te resfríes, Sonohrina. Les quiero decir que Alejandra nos invitó a todos a la playa mañana temprano. Ella vendrá a buscarnos a las 8:30 de la mañana y nos vamos a la playa.
*Sonohrina: Tranquilo, Luca. Si me resfrío es culpa de este diablito que amo tanto... (Lo besó) Mi angelito endemoniado... (Rio)
*Diego: Y bueno, como habría sido culpa mía, yo con gusto la curo... (La besó)
*Luca: (Cruzó los brazos y sonrió) Con ustedes no se puede, definitivamente.
*Sonohrina: (Rio) Bueno, ahora vamos a entrar porque me quiero cambiar la ropa. Estoy toda mojada.
*Luca: Mojada no. Empapada estás... (Rio) De acuerdo, nos vemos mañana. Descansen.
*Diego: Tú también. Buenas noches.
Cada quien entró a su habitación y cerraron las puertas. Luca se acostó y se durmió en seguida, pero Diego y Sonohrina estuvieron más tiempo despiertos. Sonohrina se duchaba tranquilamente para no tener restos de cloro en la piel. Salió del baño y se acostó a dormir, mientras Diego fue a ducharse. Diego salió de la ducha y se acostó al lado de Sonohrina, la abrazó y le besaba el cuello.
*Sonohrina: ¿Qué pasó?
*Diego: Te amo, Sonohrina... (La besó)
*Sonohrina: Dieguito, vamos a dormir porque mañana tenemos que levantarnos temprano.
*Diego: No importa. Quiero consentirte un rato... (La besó)
*Sonohrina: Bueno, pero que conste que yo estaré dormida porque realmente estoy cansada.
*Diego: No hay problema, Sonohrina. (La abrazó y le besó la frente) Bueno, mejor también duermo porque mañana tendré que despertarme temprano. La pasaremos bien en la playa, vas a ver.
*Sonohrina: Sí... ¿Y qué no me harás en la playa? Porque estás travieso, Dieguito.
*Diego: No sé... (Rio) Bueno, te amo. Duerme bien.
*Sonohrina: Igualmente.
Al día siguiente, Alejandra fue al hotel para pasar buscando a Luca, Diego, Sonohrina y a los bebés, pasarían el día en la playa. Se fueron en una van con aire acondicionado. El camino fue largo, pero valió la pena. El tiempo ese día era perfecto para estar en la playa. Los bebés pudieron tomar sol y les dieron un paseo por la orilla del mar. Todos se divirtieron mucho, almorzaron allá, nadaron un poco, conversaron y se relajaron. El día pasó muy rápido. Antes de volver a la ciudad, Diego y Luca caminaban por la orilla del mar, mientras Sonohrina y Alejandra estaban en medio de la playa con los bebés conversando. Tenían toda la playa para ellos.
*Alejandra: Se nota que a veces necesitamos relajarnos y despejarnos de la ciudad...
*Sonohrina: Sí... Gracias por invitarnos y traernos, Alejandra.
*Alejandra: Por nada... ¡Qué amor tan lindo es el tuyo con Diego! Hacen una linda pareja.
*Sonohrina: Gracias. Aunque en Italia él es diferente.
*Alejandra: ¿Por qué?
*Sonohrina: Pasa que últimamente ha estado un poco travieso. Él en Italia es más tranquilo.
*Alejandra: (Rio) ¿Por qué dices que se ha vuelto un poco travieso?
*Sonohrina: Bueno, él antes me dejaba tranquila. Si me hubieses visto ayer en la noche, como llegué a la habitación, te darías cuenta de que no miento. Ya van dos veces que me hace lo mismo. Yo estoy tranquila, caminando por la orilla de la piscina, él me empuja o me abraza y se lanza conmigo en brazos a la piscina, me moja toda la ropa... En Italia es más tranquilo...
*Alejandra: (Rio) Entiendo... ¿Qué pasó ayer cuando llegaste a la habitación?
*Sonohrina: Me abrazó y se lanzó conmigo en brazos a la piscina. Eso hizo que yo me asustara. Luego se ríe y me besa. Está demasiado travieso...
Alejandra sólo rio. Al rato, Diego llegó al lugar donde ellas estaban y se sentó al lado de Sonohrina.
*Diego: (La abrazó) Sonohrina... (La acostó en la arena)
*Sonohrina: ¿Qué? Dime...
Diego sonrió y comenzó a hacerle cosquillas a Sonohrina en el abdomen.
*Sonohrina: (Rio) Ya... Ya Dieguito... ¡Basta! (Rio) Es... (Rio) Es en serio, Dieguito... (Rio)
*Diego: No, porque me gusta verte reír... (Seguía haciéndole cosquillas mientras sonreía)
*Sonohrina: Si eres... (Rio) Si eres malo, Dieguito... (Rio) Estás muy travieso... (Rio)
Diego dejó de hacerle cosquillas a Sonohrina luego de un par de minutos. Luego de eso, la besó. Rato después, se subieron a la van para regresar a la ciudad. El viaje de Alejandra al interior del país se acercaba cada vez más, al igual que el regreso de Diego, Luca, Sonohrina y los mellizos a Italia. Llegaron al hotel y en seguida se ducharon para dormir, ya el día siguiente sería otra historia.

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