miércoles, 27 de enero de 2010

42º Capitulo

Una semana después, Walter se dio cuenta de que Yoe y Paola no trataban para nada, estando en la misma casa. En el transcurso de ese tiempo trató de hablar con ambas para que empiecen a tratarse, pero era inútil.
*Ricardo: Creeme, no se llevarán bien por más que hables con ellas.
*Walter: No me daré por vencido.
*Ricardo: Como quieras... A mí no me metas en ese plan...
*Walter: De acuerdo.
Ese día, Walter recibió a su casa una visita que no se esperaba, era Valeria. Cuando vio a Ricardo se quedó sin palabras. Él estaba en la sala conversando con Filippo, Roberto y Luca Donazzan. Cuando Valeria lo vio, se acercó muy molesta al lugar donde él estaba.
*Valeria: ¿Se puede saber por qué me engañaste?
*Ricardo: (Extrañado) No sé de qué me hablas.
*Valeria: ¿Cómo que no sabes de que te hablo? Tú te fuiste a Francia y no tuviste la mínima delicadeza de decirme que regresaste a Italia. (Comenzó a llorar) Creí que realmente me amabas...
*Ricardo: Espera, pero ni siquiera te conozco.
*Valeria: No digas nada, Julio...
*Ricardo: ¿Julio? ¿Y quién es ese?
*Valeria: ¿Cómo que quién es ese? ¡Eres tú! No me hables... (Se fue)
*Ricardo: ¿Julio? ¿Y quién será ese tal Julio?
*Walter: Es... Es su novio...
*Filippo: ¿Y él qué tiene que ver con Ricardo?
*Walter: No sé... (Se acercó un poco a Ricardo) A mí se me parece mucho. (Sonrió) No lo había notado.
*Ricardo: ¿Sabes que me estás asustando?
*Luca D: A lo mejor se parecen mucho, pero no pasa nada.
*Ricardo: Estoy de acuerdo con él.
Mientras eso ocurría, Valeria estaba llorando en su habitación. No podía creer lo que Julio supuestamente le había hecho después de tantos años siendo novios. Luego de diez minutos, recibió una llamada. Respondió y era Julio.
*Julio: ¿Por qué lloras?
*Valeria: ¿Pero qué te pasa, Julio? ¿Tienes amnesia o qué?
*Julio: Valeria, amor, no te entiendo... ¿Por qué estás así?
*Valeria: Explícame por qué regresaste sin avisarme.
*Julio: Yo aún sigo aquí en Francia. No he regresado a Italia.
*Valeria: No seas mentiroso, estabas en casa de Walter.
*Julio: Claro que no, Valeria... Yo todavía estoy aquí en Francia. Amor, si hubiese regresado te hubiese dicho con anterioridad. En serio.
*Valeria: Entonces... Si no eras tú... Espera, tengo a alguien en la otra línea. (Pasa a la otra línea y era Yoe) Hola, Yoe.
*Yoe: Hola... ¿Cómo estás?
*Valeria: Bien, ¿y tú?
*Yoe: No muy bien. Instalaron a mi prima aquí en la casa de Walter y la verdad es que no sé qué hacer para que Walter entienda que no nos llevamos bien. Pero no te llamé para eso, te llamé para que sepas que... (Rio ligeramente) Que me enteré de que estuviste aquí...
*Valeria: Sí... Fui para allá a conocer al resto de Lost y me quedé en shock cuando vi a Julio en casa de Walter.
*Yoe: ¿Julio? Aquí no está Julio...
*Valeria: Te juro que lo vi. Estaba ahí sentado con los amigos de Walter.
*Yoe: Marco y Damiano salieron... Y tú sabes quiénes son ellos...
*Valeria: Sí... Y estaba Julio, te lo juro por todo.
*Yoe: (Rio) Ese no era Julio... (Rio) Cuando me mostraste una fotografía de él en tu celular, pude notar que es idéntico a mi hermano.
*Valeria: ¿Qué? No me digas... ¿Tú tienes un hermano?
*Yoe: Sí, él llegó hace poco para acá y se está quedando aquí en la casa de Walter.
*Valeria: ¿Y por qué no me lo dijiste? ¡Qué pena con tu hermano!
*Yoe: No te lo dije porque no me pareció importante decirte... No pensé decírtelo porque no pensé en eso.
*Valeria: Está bien, entiendo... Bueno, mis discúlpas a tu hermano.
*Yoe: De acuerdo, yo se lo comunicaré.
*Valeria: Gracias, Yoe. Tengo a Julio en la otra línea. Hablamos luego.
*Yoe: Está bien.
*Valeria: (Volvió a la línea con Julio) Amor... (Rio) Me aclararon todo... Es que aquí hay un chico bastante parecido a ti. Yo diría que es idéntico.
*Julio: ¿Qué?
*Valeria: Sí. Bueno, cuando vuelvas a Italia tenemos que vernos para que yo te lo pueda presentar. Es el hermano de una amiga.
*Julio: Entonces ya entendí todo amor. Debo dejarte porque voy a salir a trabajar. Besos.
*Valeria: Igual para ti, amor... Te amo. (Rio)
La llamada terminó y Valeria se fue a bañar.
Entre tanto, en la casa Fainello, Sonohrina acababa de llegar a la casa. Estaba muy cansada, pero supo que todo ese cansancio valía la pena. Apenas llegó, escuchó las voces de Diego Luca, Mateo y Milagros; las gemelas salieron a pasear con Luca.
*Milagros: ¡Ahora quiero jugar yo!
*Mateo: Está bien, pero deja que mate a este idiota y juegas tú.
*Diego Luca: Yo quería volver a jugar.
*Milagros: Ya fue tu turno, Luki.
*Mateo: Es cierto. Ve a ver si le salió vellos a la rana.
*Diego Luca: (Sonrió) ¿Hay una rana? ¿Dónde?
*Mateo: Te está esperando en el patio. Corre.
Diego Luca se fue corriendo al patio y sólo encontró a Diego. Estaba practicando una melodía que compuso.
*Diego: ¿Qué haces, Luki?
*Diego Luca: Estoy buscando una rana.
*Diego: ¿Y para qué la rana?
*Diego Luca: Después dices que el curioso soy yo. Quiero la rana porque veré si le salen vellos.
*Diego: (Aguantando las ganas de reír) Luki... Las ranas no tienen vellos y jamás tendrán.
*Diego Luca: ¿Y qué sabes tú? (Sonrió) ¡No encuentro la rana!
Sonohrina llegó al jardín y Diego Luca la abrazó con ternura. Sonohrina también lo abrazó. Cuando Diego Luca la soltó, ella fue a la sala para dejar su bolso en el tendedero de bolsos. Diego Luca siguió buscando la rana.
*Diego: ¿Podemos hablar?
*Sonohrina: Sí. Vamos al estudio.
Diego y Sonohrina bajaron hasta el sótano. Cerraron la puerta luego de entrar al estudio.
*Diego: Sonohrina, no quiero que estés encerrada aquí en la casa, pero sospecho que andas en algo.
*Sonohrina: ¿En algo como qué?
*Diego: No sé... Toda esta semana has estado saliendo desde la mañana y llegando a esta hora. Sabes que Camilo anda suelto y te está buscando para hacerte daño.
*Sonohrina: Está suelto, pero... Nosotros no nos estamos viendo.
*Diego: ¿Entonces, qué haces? Estás arriesgando tu vida, Sonohrina. Sabes también que si a ti te pasa algo, yo me muero. Y si te pasa algo por culpa de Camilo, yo lo mataré.
*Sonohrina: Diego, por favor...
*Diego: Cuando me llamas Diego es porque hay algo que no anda bien... ¿Acaso se están viendo a mis espaldas?
*Sonohrina: Ya te dije que no.
*Diego: ¿Entonces qué tanto haces?
*Sonohrina: Bueno, yo... ¿De verdad quieres saberlo?
*Diego: Sí.
*Sonohrina: Diego, conseguí trabajo como vendedora en una tienda de ropa juvenil.
*Diego: ¿Qué? Pero... Sonohrina, ya nosotros hablamos sobre eso...
*Sonohrina: Yo quiero trabajar.
*Diego: Pero te estás arriesgando. Si Camilo se entera dónde estás trabajando, irá a buscarte y te hará daño... Si él te hace algo, yo lo mato, Sonohrina. Lo mato.
*Sonohrina: Por favor, Diego. Tú mismo me dijiste que aquí hay necesidades que cubrir y que por eso necesitamos producir dinero. La vida cada día está más costosa y yo... Yo quiero lo mejor para nuestros hijos y sobrinas... Y sabes que quiero otra bebé... También quiero lo mejor para ella.
*Diego: ¿Sabes qué? Que esa otra bebé no vendrá, Sonohrina. Y tú lo sabes perfectamente... ¿Por qué insistes?
*Sonohrina: (Se le nubló la vista) Ella vendrá... Yo estoy segura... ¿Acaso tú no la quieres?
*Diego: Sí la quiero, pero...
*Sonohrina: ¿Entonces por qué me dices... Que no vendrá?
*Diego: Por... Por lo que dicen los médicos...
*Sonohrina: No me importa, Diego Fainello. Esa niña vendrá porque vendrá... Y a mí no me importa... No me importa nada... (Comenzó a llorar) Yo estoy trabajando también porque... Yo sé que esos tratamientos son costosos y yo a como dé lugar quiero tener a mi nueva bebé...
*Diego: No llores, por favor... (La abrazó) El único problema de que trabajes es Camilo. Si él siguiera en la cárcel, yo no tendría problemas con el hecho de que trabajes. (Le besó la cabeza)
*Sonohrina: (Lo abrazó) Yo no quiero renunciar... Así que no me obligues.
*Diego: Sonohrina, lo único que te pido es que te cuides mucho cuando estás en la calle y que no le abras la puerta a nadie.
*Sonohrina: (Rio) Me hablas como si yo fuera una niña.
*Diego: (Sonrió) Es que... (Rio) Yo te veo a ti como una niña... Sabes que te conocí cuando tú eras muy joven... Aún lo eres.
*Sonohrina: Ya me estabas asustando. Creí que me pondrías vieja.
*Diego: Hasta cuando envejezcas te amaré... (La besó)
*Sonohrina: Yo también, Dieguito. (Lo besó)
Luego de un par de horas, Luca regresó del paseo con las gemelas. Ellas se quedaron dormidas y Luca las subió hasta su habitación para que durmieran más cómodas. Había traído tres pizzas, apenas llegó Rebeca del trabajo y las gemelas despertaron, todos pudieron comer pizza. Diego Luca nunca consiguió la rana.
*Diego Luca: Me estafaron ustedes dos.
*Luca: ¿Por qué lo dices?
*Diego Luca: Porque me mandaron a buscar una rana que me estaba esperando en el jardín. La busqué y nunca la encontré.
*Luca: ¿Y para qué? ¿Para besarla? (Rio)
*Mateo: No... (Rio) Sino para que viera si le salían vellos.
*Rebeca: ¿Vellos a una rana? (Rio) Niños, una rana jamás tendrá vellos.
*Diego Luca: Eso dijo papá y no le creo. La rana puede tener vellos si tiene esperanza de que le salgan.
*Milagros: Así como mamá tiene la esperanza de darnos una nueva hermana.
*Diego Luca: (Sonrió) ¿En serio? ¿Para cuándo?
*Elisa: ¿La habías olvidado?
*María Alejandra: Sí, él la había olvidado.
*Diego Luca: Cierto.
*Rebeca: Bueno Luki, pero los animales son distintos a los seres humanos.
*Diego Luca: ¿Para cuándo mi hermana menor? (Sonrió)
*Sonohrina: No lo sé, Luki.
*Luca: (Sonrió) ¿Están pensando en otra bebé?
*Diego: Al parecer sí.
*Rebeca: Bueno... Por estos niños, ¿quién no tendría fé de hacerlos felices y darles otro hermano o hermana? (Rio)
Siguieron comiendo y luego de unas horas se fueron a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario