domingo, 28 de marzo de 2010

52º Capitulo

Era la última semana que Yoe tenía libre antes de reanudar sus estudios de medicina forense, esta vez en Italia. Decidieron reunirse todos en casa de Walter para hacer una parrillada. En esa parrillada, Walter conoció a Viviana. Le pareció una muchacha muy bonita. Conversaban mientras estaban a solas en la sala.
*Walter: Y dime... ¿Qué harás hoy en la noche?
*Viviana: Bueno, voy al supermercado porque realmente nos falta comida en el apartamento.
*Walter: No te molestes en eso... Si quieres, puedes tomar las cosas que quieras de aquí y luego yo compro más.
*Viviana: ¡Qué caballeroso! ¿Seguro que no te molesta?
*Walter: Muy seguro, guapa.
Por otro lado, en el patio estaban la familia Jonas, la familia Fainello, Sofi, Gastón, Yoe, Ricardo, Joseth, Valeria, Filippo, Roberto, Luca Donazzan, Paola, Jacopo, Roberto Tini, Giancarlo, Paolo, Marco y Damiano conversando mientras los niños jugaban.
*Joseth: Danielle, tu hijo está muy grande desde la última vez que lo vi.
*Danielle: Y es muy inteligente. En poco tiempo lo veremos jugando con los demás niños.
*Joe: Yo creo que jugará más con Victoria.
*Jacopo: Sí, porque es más o menos de su edad.
*Filippo: ¿Les gustó la carne?
*Diego: Sí, nos encantó.
*Paola: Pues, la cocinamos nosotros.
*Luca: Entonces felicitaciones porque son excelentes cocineros.
*Roberto: Gracias. (Sonrió)
*Sonohrina: Dieguito... ¿Podemos hablar un momento a solas?
*Diego: Bueno, está bien.
Sonohrina y Diego se levantaron de las sillas donde estaban sentados y se fueron al patio trasero.
*Sonohrina: ¿Cuándo nos vamos a Venezuela?
*Diego: En un par de meses... ¿Por qué?
*Sonohrina: Mi prima Agatha me llamó para comunicarme que se va a casar y que estamos invitados a su boda. Yo no quiero faltar.
*Diego: Entiendo. Iremos, no te preocupes. Volvamos con los demás.
*Sonohrina: Sí.
Regresaron con los demás y vieron que Ricardo estaba un poco molesto.
*Yoe: Pero no te preocupes, Ricardo. Quizás es que Walter se ha hecho muy amigo de Viviana, eso es todo... Porque él y yo estamos juntos.
*Ricardo: Pues, yo creo que a Walter le gusta Viviana. Eso no me agrada.
*Walter: Ricardo, relájate. Lo que pasa entre tu novia y yo es que nos llevamos muy bien, eso es todo.
*Viviana: Es cierto. Quédate tranquilo, entre nosotros no pasa nada.
*Ricardo: No me convence.
*Walter: Es cierto lo que ella dice.
*Viviana: Sí. Nosotros nos llevamos bien nada más. Él es muy gentil.
*Yoe: Sí, lo sé... Por algo él nos hospedó cuando estábamos aquí antes de irnos a Alemania.
*Viviana: ¡Qué dulce! (Sonrió)
*Walter: (Sonrió) Para cuando quieras mi casa está a la orden.
*Ricardo: No, gracias Walter. Ya nosotros nos vamos.
*Yoe: Pero...
*Ricardo: Pero nada. Ya nos vamos.
Por otro lado, Damiano estaba con Luca y Rebeca.
*Damiano: Ayer me llamaron a mi casa y no sé quién era.
*Rebeca: ¿Cómo? No entiendo.
*Damiano: Me llamaron y no habló nadie. No sé si era mujer u hombre.
*Luca: ¿Tienes la máquina registradora de llamadas en tu casa?
*Damiano: No. No sé cómo haré para saber quién me llamó.
*Luca: Te aconsejo que la compres. Es buena.
*Rebeca: Y si es un número equivocado, puedes llamarlo y averiguar qué es lo que busca de ti.
*Damiano: La compraré.
Luego de cinco minutos, Yoe, Ricardo y Viviana ya se estaban yendo de la casa de Walter. Ricardo estaba molesto con Walter y Yoe no sabía muy bien qué pensar al respecto. Mientras eso ocurría, estaban Marco y Joseth en la sala, Marco tenía algo muy importante que decirle.
*Joseth: (Nerviosa) Marco, yo no quiero terminar contigo...
*Marco: ¿Y quién te dijo que vamos a terminar?
*Joseth: Tu cara lo dice todo. Estás como nervioso...
*Marco: Pues sí, y tú también. Es que tengo que decirte algo muy importante.
*Joseth: ¿Y qué es? ¡Ya dime!
*Marco: Hemos tenido un noviazgo muy lindo y duradero... Yo quiero saber si tú quieres... Si tú quieres casarte conmigo.
*Joseth: (Boquiabierta) ¿Lo dices en serio?
*Marco: Sí.
*Joseth: (Sonrió) Sí... ¡Sí quiero casarme contigo, Marco! (Lo besó)
*Marco: (La besó) Gracias por aceptar amor. Te prometo que te haré feliz por el resto de nuestros días. Te amo.
*Joseth: Yo también, amor... (Lo besó) No me asustes así la próxima vez que quieras decirme algo... (Rió y lo besó)
*Marco: De acuerdo. Está bien. (La abrazó)
Cuando la comida se terminó, todos se fueron a su casa; menos Damiano y Marco.
*Marco: ¿Adónde se supone que vamos? Estaban en el auto rumbo a un lugar que sólo Damiano sabía. Marco no tenía idea de adónde iban.
*Damiano: A comprar una máquina registradora de llamadas. Yo quiero averiguar quién me ha llamado tanto.
*Marco: Estoy de acuerdo con eso. Yo también quiero averiguar eso, Damiano... ¿Se puede saber qué pasa?
*Damiano: (Nervioso) No sé, no sé...
*Marco: Hermano, hay algo que tú no me has contado. Por favor, llevamos alrededor de un año recibiendo llamadas de un desconocido, sin razón alguna... ¿Qué está pasando? ¿Hay algo que tú sepas y que yo no?
*Damiano: No sé...
*Marco: ¡Vamos! Soy tu hermano. Dime qué pasa... Cuando a mí me gustaba Sonohrina, yo te lo dije... Y sólo tú lo sabías. Esto ya se está poniendo raro y quiero saber qué ocurre.
*Damiano: Te voy a contar, pero es que...
*Marco: ¿Qué? Dime.
*Damiano: Es que yo maté a Camilo, el ex-novio de Sonohrina. Yo lo maté hace aproximadamente un año... (Comenzó a llorar) Yo soy el culpable de que Sonohrina vaya al psicólogo y quizás es el padre de ese tipo el que me está llamando tanto... Él dijo que yo lo pagaría muy caro. Yo no quiero que me mate, no quiero.
*Marco: ¿Y cómo es que lo mataste?
*Damiano: Pues, me fui adonde él estaba con Sonohrina secuestrada y Diego supuestamente herido. Estaba dominado por la ira, estaba furioso y lo lancé a un precipicio... Sonohrina lo sabe, Diego también. Sonohrina no me odia por eso, pero el padre del tal Camilo quizá me esté persiguiendo... No quiero que me haga daño.
*Marco: No te pasará nada... ¿Pero vas a enfrentarlo ahora?
*Damiano: No, pero voy a comprar la máquina registradora para saber si es él quien nos llama.
*Marco: Tranquilo, hermano. Él no te hará daño.
Al llegar a la tienda, compraron la máquina registradora de llamadas y la llevaron a casa. Mientras, en la casa Fainello los niños jugaban alegremente en el cuarto de juegos.
*Diego Luca: Yo vine para merendar.
*Elisa: Sí, pero esta residencia es privada.
*Diego Luca: Pero yo soy tu esposo...
*Elisa: Pero me fuiste infiel con mi hermana...
*Milagros: (Rió) Ahora sí que nos parecen a los programas que cuentan problemas familiares.
*Elisa: (Rió) De veras.
*María Alejandra: (Rió) Nada como nuestra pelea de mentira... (Rió)
*Mateo: Cierto. Pueden estudiar actuación y hacer novelas... (Rió) Ustedes dos son excelentes actrices.
*Diego Luca: ¿Y yo qué?
*Mateo: Tú serás super héroe...
*Diego Luca: ¡Cierto! (Sonrió) Lo olvidé...
*Milagros: Tanto jugar me dio hambre... Vamos a merendar de verdad.
*(Todos): De acuerdo.
Cuando llegaron a la cocina, Luca les dio un beso en la mejilla a cada uno.
*Luca: No griten con la noticia que les tenemos, Victoria está durmiendo.
*Milagros: Dinos, tío.
*Luca: Chicos, en dos meses nos vamos a Latinoamérica.
*Mateo: ¿Quién está enfermo?
*Rebeca: Nadie. Es sólo que tu papá y tu tío deben hacer una gira de conciertos por México, Argentina, Chile, Colombia, Brasil, Venezuela, Puerto Rico y Estados Unidos.
*Elisa: ¡No! ¡Los extrañaremos!
*Sonohrina: ¿Ven? No dejan que les demos la noticia por completo... (Rió)
*María Alejandra: ¿Y qué más?
*Diego: Que decidimos que ustedes vendrán con nosotros. (Sonrió) Durante la gira, ustedes estarán de vacaciones.
Los niños se pusieron muy contentos al saber que visitarían Latinoamérica. En especial Diego Luca porque desde siempre había querido visitar Latinoamérica y conocer a la familia de su mamá.

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