miércoles, 25 de marzo de 2009

2º Capitulo

Al día siguiente, los hermanos Fainello deciden ir con sus guardaespaldas y acompañantes de seguridad a la montaña El Avila. Los acompañaron para que no se perdieran. Comieron sandwich de jamón con chocolate caliente y unos dulces de arequipe.
*Luca: La verdad es que me está gustando mucho el clima aquí en Venezuela ¿A ti qué te parece, Diego?
*Diego: Sí, está bien... (Se veía desanimado)
*Luca: ¿Estás cansado o estás así pooor...? (Bebió un poco de chocolate)
*Diego: ¿Por? (Comió un poco de sandwich)
*Luca: Por tu "amor imposible"
*Diego: No tengo un "amor imposible"
*Luca: Entonces... (Comió un poco de dulce) ¿Quién es la muchacha esa que viste y que dejaste pasar allá en el hotel?
*Diego: Sólo la vi... Y... (Bajaba cada vez más la voz. Parecía hipnotizado) Y...
*Luca: ¿Y...?
Diego volvió a ver a esa muchacha que había visto en el restaurante del hotel. Quería saludarla, hablar un rato con ella, pero ella ni lo veía y él sabía que estaba bajo control de la seguridad. Sabía que era riesgoso separarse de ellos porque podía perderse. Ella estaba muy lejos. Al parecer andaba con unas amigas. Sonreía y reía sin parar. Diego se quedó contemplándola un buen rato hasta que ella se fue en una especie de Jeep.
*Luca: Y la volviiiste a ver... (Bebió el último sorbo de su chocolate) Y la volviiiste a perder... La ves y háblale, me haces el favor. Y te quedas tranquilo.
*Diego: Es que no podía... Yo sé que no la veré más...
*Luca: No nos moveremos de este lugar hasta que no la veas de nuevo y le hables.
*Diego: Ella se acaba de ir en una camioneta muy grande... Como en un Jeep. Se habrá ido a su casa.
*Luca: Bueno, la perdiste hermano... Te parecerá muy linda y todo, pero ella entonces no es para ti. Y sabes las razones.
*Diego: Sí... (Se comió lo último que le quedaba del dulce) No sé ni siquiera su nombre...
*Luca: Y no lo sabrás, porque ni siquiera te le acercas a saludarla ligeramente. Un "hola" basta.
Una hora más tarde, Diego y Luca se fueron a patinar un poco. Les permitieron estar sin guardaespaldas aunque sea por quince minutos. Se divirtieron mucho. Estuvieron luego sentados en las sillas que hay adentro del centro de patinaje.
*Diego: Fue divertido (Rio) ¡Lástima que en Verona no tenemos esto!
*Luca: Sí, es verdad. Yo vendría con frecuencia a este lugar.
Salieron de la pista para caminar un poco. En la puerta de salida, Diego volvió a ver a esa muchacha que tanto le atraía. Esta vez la miró más de cerca, cuando él salió de la pista, la chica estaba entrando en el lugar. Seguía con sus amigas conversando felizmente. Diego se paralizó y no sabía si hablarle o qué hacer.
*Luca: ... Caminamos un poco por allá... Luego vamos a comer alguna cosa y luego nos iremos a... (Vio a Diego) ¿Qué te pasa? ¡Reacciona! ¡REAACCIOONAA!
*Diego: Es que...
*Luca: ¿Es la mujer esa? ¡Entra ahí y háblale de una vez!
*Diego: ¿Y qué le digo?
*Luca: "Hola, mucho gusto ¿Cómo te llamas?" No sé... ¡Pero algo! Entra y dile algo.
Diego se sentía nervioso. No sabía si entrar y hablarle o perderla por tercera vez.

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